El control de la vejiga es un proceso madurativo prolongado, caracterizado por avances y retrocesos. La enuresis se manifiesta como la pérdida involuntaria de orina que se da en general durante el sueño nocturno en niños mayores de 5 años. Es necesario un diagnóstico preciso por parte del pediatra, ya que este síntoma evidencia la posibilidad de distintas alteraciones anatómicas y funcionales.

La continencia urinaria se logra gracias al correcto funcionamiento de la vejiga (donde se almacena la orina producida por los riñones) y de dos sistemas de cierre y apertura llamados esfínteres: cuello vesical (involuntario) y uretra (voluntario). Mientras la vejiga se esta llenando permanece relajada, no se contrae. Una vez completada la capacidad de la vejiga, se produce el vaciado mediante la contracción de la misma que expulsa su contenido a través de la uretra, mientras los esfínteres permanecen relajados.

El llenado vesical será a lo largo de la vida de las personas, siempre inconsciente e involuntariamente. El vaciado vesical es hasta los dos a tres años involuntario, y a partir de esa edad, consciente y voluntario.

El control del vaciamiento vesical se cumple por etapas madurativas. El niño reconoce primero que “esta haciendo pis”, (salida de la orina por la uretra).

En una segunda etapa se da cuenta de que llega orina a la uretra como consecuencia de la contracción vesical. Se da cuenta de que para no mojarse puede contraer voluntariamente el piso de la pelvis y la uretra, evitando la salida de la orina por escasos minutos, de manera que si no puede llegar de inmediato al lugar (baño o recipiente) para vaciar la vejiga, se mojará.

En la tercera etapa el niño tiene ya el control completo de la micción, independientemente del volumen de orina en la vejiga, y de la sensación de vejiga llena, buscando la oportunidad social para efectuarla.

La adquisición del control de la vejiga es un proceso madurativo prolongado, caracterizado por avances y retrocesos. Controlan primero de día y luego de un tiempo de noche. No mojarse en la cama es la última etapa madurativa. Hacia los 5 años el 85% de los niños de ambos sexos controlan voluntariamente la micción durante el día y la noche.

Incontinencia de orina: es la incapacidad de permanecer seco entre 2 micciones. Los niños menores de 2 a 3 años que usan pañales, permanecen secos normalmente entre dos micciones, no tienen incontinencia sino micciones automáticas.



En la consulta pediátrica la incontinencia es referida como:

Moja la cama mientras duerme solo de noche (Enuresis).
Moja su ropa de día y la cama de noche.
Moja su ropa solo de día.
Moja de forma permanente con micciones conservadas.
Moja de forma permanente sin micciones conservadas.
Moja durante los esfuerzos, con hábitos miccionales normales.
Moja durante la risa, con hábitos miccionales normales.

Cada uno de estos tipos de incontinencia merece una consideración especial por parte del Pediatra, ya que son evidencia de distintas alteraciones anatómicas y funcionales de las vías urinarias.

Enuresis: es la perdida involuntaria de orina durante el sueño generalmente nocturno en niños o niñas mayores de 5 años.

Enuresis primaria: nunca la cama estuvo seca durante 6 meses consecutivos.

Enuresis secundaria: luego de 6 meses consecutivos o mas sin mojar la cama, comienza a hacerlo, en la mayoría de los casos por un conflicto familiar o social.
El 15% de la población infantil mayor de 5 años tiene enuresis primaria.La resolución espontánea (desaparición sin tratamiento) es de 10% por año. A los 15 años de edad solo un 1% será enuretico, y muy pocos de ellos lo serán aun en la etapa adulta.


La incidencia familiar es alta: 6 de cada 10 enureticos tienen un familiar directo con enuresis primaria. Un 44% tienen un padre que fue enuretico en la niñez y si ambos padres fueron enureticos el niño tiene una probabilidad del 77% de ser enuretico.


Es imposible predecir cuando un niño dejara de mojar la cama. Luego de que el Pediatra actúe mediante una estrategia diagnostica, si la enuresis no desaparece por si sola puede intentarse algún tipo de tratamiento:

Asesoramiento familiar y al niño, eliminar el reproche o la censura para mejorar el autoestima.
No imponer sentimiento de culpa o frustración.


La terapia psicológica es efectiva en la enuresis secundaria a conflictos familiares y/o sociales, y en niños con autoestima disminuida, conflictos por una vida social limitada, vergüenza e inseguridad por la persistencia de la enuresis primaria.
Los medicamentos y otras terapias deben siempre ser indicados por médicos, adecuándolos a cada paciente en particular. Aun los medicamentos de uso mas frecuente entre la población tienen efectos secundarios.

Este tema, entre otros, se desarrollará en el 35 Congreso Argentino de Pediatría: “Nuestra pediatría hoy: luces y sombras” que se desarrollará en Rosario a partir del 30 de setiembre en el Centro de Convenciones Metropolitano.