Hace unos 5.700 años, grupos aborígenes provenientes de la llanura pampeana visitaron sus playas y establecieron allí campamentos temporarios. Así lo establecieron un grupo de arqueólogos de la Universidad Nacional de La Plata , comandados por el doctor Mariano Bonomo, que desde hace se is años realizan excavaciones en la costa bonaerense.

La presencia de actividad humana en esta zona costera ya había sido de tectada en investigaciones anteriores; sin embargo, las últimas misiones arqueológicas realizadas en 1940 no habían logrado determinar con exactitud si se trataba de los mismos habitantes de la llanura que se trasladaron hasta allí, o si eran en realidad aborígenes desconocidos y originarios de esa región. Tuvieron que pasar casi 70 años para que los especialistas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) pudieran develar el misterio acerca del origen de los primeros marplatenses.

Precisamente esta incógnita fue la que guió la investigación de Mariano Bonomo: “Desde 1940, el litoral marítimo pampeano había quedado relegado para la arqueología, ya que todos los estudios se centraron en la sierra y la llanura. Hasta hoy era muy poco lo que se sabía de aquellos habitantes, de su procedencia y de la antigüedad de los asentamientos; lo que yo buscaba era obtener nuevas evidencias y certezas sobre estas cuestiones”, comentó el joven arqueólogo y doctor en Ciencias Naturales de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNLP.


Si bien relevaron unos 300 kilómetros de costa desde Mar del Plata hasta Tres Arroyos, uno de los yacimientos arqueológicos más ricos fue encontrado en la zona del Faro de Punta Mogotes, en las inmediaciones del Arroyo Corriente, donde está ubicado el complejo balneario Waikiki. Allí fueron descubiertos innumerables restos de lobos marinos, lo que permitió establecer, junto con el hallazgo de armas de caza, que aquellos aborígenes explotaron las colonias de lobos marinos para su alimentación.


Uno de los rasgos curiosos de la investigación es que se logró demostrar que, pese a establecer sus campamentos en las cercanías del mar, los aborígenes no practicaban la pesca. La base de su dieta era, al igual que en la mayoría de los grupos de la llanura pampeana, la carne de guanaco. Además, se dedicaban a la recolección de frutos; pero se arribó a la conclusión de que no practicaban la agricultura.


Además se estableció que estos aborígenes nómades se movían en una franja costera de 300 kilómetros , estableciendo campamentos en grupos pequeños –de unas pocas familias- compuestos por no más de cien personas.

Desde 2006, el joven arqueólogo de la UNLP lleva adelante excavaciones en el Delta del Paraná, en la zona de islas ubicadas frente a la costa de Rosario y Entre Ríos. El objetivo de la investigación es lograr establecer cuál era el modo de vida de los grupos aborígenes que habitaron la región y cuál fue la influencia de los guaraníes que llegaron posteriormente. Hasta el momento ya detectaron 55 sitios arqueológicos y realizaron excavaciones en dos de ellos.

Fuente: UNLP