Durante el Simposio “Antioxidantes y la salud en dermatología” realizado recientemente en España los expertos participantes coincidieron en señalar que para mantener la salud de la piel es necesario abandonar hábitos perjudiciales para la salud y fomentar aquellos más saludables, como una dieta variada y equilibrada que incluya 5 raciones de frutas y verduras al día. Para aquellos a los que les resulte complicado cubrir esta necesidad, los expertos consideran los zumos de frutas y vegetales como una alternativa idónea para contribuir a combatir el “estrés oxidativo”, debido a que son ricos en antioxidantes y fácil y cómodos de consumir a cualquier hora y en cualquier parte.

En el envejecimiento de la piel, además de factores genéticos, influyen otros aspectos como la generación de radicales libres de nuestro organismo (proceso oxidativo), agentes externos como la radiación ultravioleta y hábitos de vida nocivos como el consumo de tabaco, los cuales pueden ser contrarrestados con la presencia de componentes antioxidantes en nuestra dieta diaria. En este sentido, frutas, verduras, y sus jumos, son alimentos que contienen una gran cantidad de antioxidantes, por lo que su ingesta diaria es una buena opción para combatir el fenómeno oxidativo de la piel.

Las principales causas del envejecimiento de la piel son las de tipo genético y aquellas derivadas de fenómenos oxidativos en nuestro organismo. En el caso de la piel, se añaden además factores como el daño causado por la exposición solar o hábitos nocivos para la salud como el consumo de tabaco, fuentes generadoras de radicales libres y que el organismo humano trata de contrarrestar mediante los antioxidantes.

Según el doctor Salvio Serrano Ortega, Catedrático de Dermatología de la Universidad de Granada “la nutrición juega un papel importante en el tratamiento y prevención de numerosas enfermedades de la piel. Se ha demostrado con estudios epidemológicos y experimentales una relación directa entre fotoenvejecimiento y cáncer cutáneo y exposición a diferentes carciógenos. Asimismo, se ha comprobado en múltiples estudios que estos efectos disminuyen con el empleo de antioxidantes”.

En este sentido, el doctor Eduardo Fonseca Capdevila, del Servicio de Dermatología del Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña apuntó que “el ser humano dispone de numerosos mecanismos antioxidantes para combatir los radicales libres, pero éstos tienden a disminuir con la edad, por lo que resulta fundamental que los sistemas defensivos antioxidantes puedan ser reforzados o sustituidos”.

Fuente: Noticias Médicas