Inglaterra en alerta. Las autoridades británicas anunciaron este sábado el descubrimiento de un brote de gripe aviar en una granja del país, en el condado sureño de Sussex, donde murieron 2.600 pavos como consecuencia de la enfermedad.

El Ministerio de Agricultura en Londres comunicó que por precaución se sacrificarán a las restantes 160.000 aves de la explotación. Asimismo, se establecerá una zona de seguridad en torno al lugar de tres kilómetros, según informó la agencia alemana DPA.

Un portavoz oficial dijo que, en cualquier caso, el riesgo de que la enfermedad se transmita a los humanos es pequeña y que no existe razón para el pánico.

Hace unos días, el virus H5N1 apareció en Hungría, en el que fue el primer brote de la gripe aviar en Europa en el invierno (boreal). También hubo brotes de la enfermedad este año en aves de Asia y Egipto.