Bajar música es un delito. Con el objetivo de afianzar ese concepto, cuestionado entre los internautas, la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (Capif) inició 22 demandas contra usuarios argentinos que compartían miles de archivos de música por Internet. La medida está inserta en una campaña contra la piratería desarrollada en forma conjunta en 16 países del mundo, donde en total se iniciaron unas ocho mil demandas.

En Argentina, las acciones legales fueron dirigidas a 22 a personas que utilizan programas de intercambio de archivos musicales para subir y bajar por la red gran cantidad de temas.

Según la Capif estas personas violan la Ley de Propiedad Intelectual, ya que –por medio de programas peer-to-peer (P2P)- distribuyen miles de archivos de música sin tener la autorización de los autores, compositores y productores discográficos para hacerlo.

En 2005, esa Cámara inició las primeras 20 acciones de este tipo y los usuarios tuvieron que pagar indemnizaciones de 4 mil pesos, en promedio.

Pero este año, por primera vez, autores y compositores, a través de Sociedad Argentina de Autores y Compositores (Sadaic), se sumaron a este tipo de iniciativas de lucha contra la piratería de música en la red.

Y además, 8000 nuevas acciones se anunciaron de manera simultánea en 17 países: Austria, Brasil, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Islandia, Italia, México, Holanda, Polonia, Portugal, Singapur, Suecia y Suiza.