No fue una noche tranquila en dos cajeros automáticos de la ciudad que a fuerza de sopletes y moladoras intentaron ser violentados sin éxito.

El primero de los episodios ocurrió a las 2.30 y se registró en 3 de Febrero al 2100, donde está ubicado un cajero del Banco Municipal. Los ladrones que intentaron alzarse con el dinero de la máquina trabajaron unas horas con soplete, pero debieron abandonar la tarea cuando el cajero empezó a prenderse fuego.

Aunque no hay detenidos por el hecho, investigan el caso los efectivos policiales de la seccional 2ª.

El otro hecho se produjo en Santa Fe al 3100, donde hay un cajero de la entidad bancaria Bisel. En esta oportunidad, los delincuentes sacaron el cajero de su base, cortaron la energía y quisieron violar el interior con una moladora, por lo que sonó la alarma y tuvieron que correr antes de que llegue el personal del Comando Radioeléctrico.