Las muertes de mujeres en el parto se podrían reducir en un 70 por ciento y las de neonatos en cerca de un 50 por ciento en los países en desarrollo si se doblara la inversión destinada a la planificación familiar y a la salud maternal.

"La mayor parte de estas muertes que ocurren cada año se pueden prevenir fácilmente", se explica en el informe difundido hoy y titulado "Sumando: Los Costes y Beneficios de Invertir en Planificación Familiar y en Salud Maternal y Neonatal".

"Invirtiendo en un puñado de servicios sanitarios básicos, como la planificación familiar y los cuidados rutinarios previos al parto, se puede salvar a millones de mujeres y bebés", afirmó la doctora Sharon Camp, presidenta del Instituto Guttmacher.

"No estamos hablando de tecnología espacial. Se trata en su mayoría de servicios sencillos que se pueden proveer de manera no onerosa en el ámbito local, apoyados con servicios de emergencia cuando éstos sean necesarios", declaró Camp. El estudio considera radical la diferencia, en comparación con la situación actual que se vive en los países en desarrollo.

Con las propuestas incluidas en el informe del Instituto Guttmacher y la ONU en los países en desarrollo "se evitaría la muerte de casi 400.000 mujeres y de 1,6 millones de niños menores de dos años, los embarazos no deseados se reducirían en más de dos tercios y los abortos peligrosos caerían un 75 por ciento". Para conseguir esto, sería necesario invertir 24.600 millones de dólares, algo más del doble del gasto actual.

"Es un escenario en el que gana todo el mundo. Sabemos lo que se tiene que hacer, sabemos cuánto costará y sabemos que la inversión necesaria es modesta en relación con los inmensos beneficios que traerá", declaró Thoraya Ahmed Obaid, directora ejecutiva de UNFPA.

En la actualidad, el mundo gasta aproximadamente 12.000 millones de dólares anuales en planificación familiar y programas de salud maternal en los países en desarrollo, siendo los propios países en desarrollo y las familias quienes financian esta cantidad.

Aún así, la investigación señala que 215 millones de mujeres que quieren prevenir un embarazo no están usado métodos anticonceptivos eficaces y que sólo la mitad de los 123 millones de mujeres que paren cada año reciben la atención médica que necesitan antes, durante y después de dar a luz.

El resultado es que millones de las mujeres que sufren complicaciones en este proceso no reciben tratamiento, por lo que fallecen o sufren graves problemas como la fístula obstétrica.

Esta fístula es una de las heridas más serias que pueden ocurrir durante el parto y se produce cuando un parto prolongado, por cualquier razón, no recibe el debido tratamiento.

La cabeza del bebé golpea contra el tejido de la pelvis de la madre durante varias horas o hasta días, eventualmente interrumpiendo el flujo de sangre, lo que causa la muerte de los tejidos y una abertura entre la vagina y la vejiga o el recto, que resulta en una pérdida constante de orina o de materia fecal.

En más de nueve de cada diez casos el bebé no sobrevive el largo parto y la víctima de esta horrible herida huele constantemente mal, por lo que es rechazada por la sociedad y su familia.

El estudio añade que las inversiones propuestas también tendrían "beneficios adicionales profundos", como la prevención de embarazos y de transmisión del sida y otras enfermedades de transmisión sexual, y la mejora de las condiciones de vida de las mujeres al tener mayores oportunidades educacionales y laborales.

Fuente: EFE