Prófuga desde 2012, la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) detuvo el jueves pasado en San Javier a una mujer condenada por privación ilegítima de la libertad y facilitamiento de la prostitución. Pero aunque muy felicitado, el accionar de las fuerzas especiales cayó en saco roto. Barbie, como se la conoce en el ambiente, huyó de nuevo. En lugar de consultar al juez del caso o a los fiscales, los policías que habían quedado a su cargo la enviaron a casa de su madre desde donde volvió a escaparse. Ahora la Dirección de Asuntos Internos investiga qué pasó y sobrevuela la sospecha de cierta complicidad policial. Este martes los agentes comparecían ante la Justicia a partir de las 10.

En diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2, el secretario de Control de las Fuerzas de Seguridad, Ignacio Del Vecchio, señaló que lo ocurrido “no es habitual, en lo absoluto”.

Así, aseguró que los agentes que regresaron a Barbie a casa de su mamá actuaron mal desde todo punto de vista ya que tomaron una decisión sin consultar al juez. “Lo que pasó es grave, por acción, omisión, culpa o dolo. Ordenar algo sin la directiva del juez o fiscal debe ser penalizado”, apuntó y lamentó que el buen desempeño de la TOE haya quedado empañado con esta noticia.

Barbie estaba prófuga desde 2012 cuando fue condenada a prisión por cinco años. Logró comprobarse que manejaba junto a otros sujetos una whiskería ubicada sobre la ruta provincial 1, muy cerca de San Javier. 

Desde entonces nada se sabía de ella hasta que la detuvieron cuando menos se lo esperaba, el jueves pasado durante una concurrida fiesta en el mismo San Javier. Barbie había quedado a disposición del Juzgado de Sentencia Nº 3 de esta capital provincial pero ahora nadie sabe dónde está.