“La nicotina, a través de una de sus vías metabólicas, se transforma en cotinina. Este metabolito es más duradero en la sangre que aquella, motivo por el cual decidimos estudiarlo”, explica la doctora Adriana H. Sassone, bioquímica, docente de la Cátedra de Toxicología y Química Legal de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA. La tesis doctoral de Sassone está referida a la investigación experimental en ratas de los efectos bioquímicos, histopatológicos y ultraestructurales que provoca este compuesto, además de la puesta a punto de la metodología para determinar cotinina en la sangre.

“Como ya se dijo, la cotinina es un metabolito de la nicotina; pero no se produce la vía metabólica inversa, es decir que la cotinina no se transforma en nicotina”, aclara la investigadora.

La nicotina, luego de ser absorbida permanece en sangre entre 1 ½ a 2 horas. Se metaboliza, principalmente en el hígado, para transformarse en un 70-80% a cotinina. Finalmente es eliminada por el riñón. La cotinina tiene una vida media más prolongada, de unas 30 horas, y por esto es fuertemente sospechada de ser la responsable de algunos efectos que hasta ahora eran atribuidos exclusivamente a la nicotina”, continúa Sassone.

¨El método que utilizamos fue adaptado en nuestra cátedra de la Facultad ¨, explica la investigadora. La técnica empleada se denomina por sus siglas en inglés HPLC (high performance liquid chromatography, o cromatografía líquida de alta resolución, en español) y permite, previa extracción y purificación, aislar la sustancia. Para la realización de la tesis doctoral, también fueron efectuados estudios con ratas Sprague Dawley con el fin de analizar los efectos que exhibe la cotinina en el largo plazo y compararlos con los que produce la nicotina.

Los resultados obtenidos son concluyentes sobre el metabolismo de los hidratos de carbono, pues produce hiperglucemia; lo que convierte al hábito de fumar en un importante factor de riesgo para el desarrollo de diabetes tipo II. También, en muestras de tejido de los roedores se observó que desarrollaban un fenómeno inflamatorio en los vasos sanguíneos, denominado vasculitis.

“El cambio histopatológico básico encontrado en ratas tratadas crónicamente con dosis elevadas de cotinina es la vasculitis de arteriolas y capilares en diversos tejidos. Este cambio no ha sido observado en las ratas tratadas con nicotina en el mismo período. Estos resultados son consistentes con la vasculitis observada en fumadores, por lo que se sugiere la participación de la cotinina en las alteraciones vasculares inducidas por el tabaquismo. Además, las observaciones coinciden con la vasculitis hallada en fumadores y en sujetos que utilizaron parches de nicotina”, señala Sassone en las conclusiones de su tesis doctoral.

Para concluir, “la cotinina participaría tanto en la hiperglucemia inducida por el tabaquismo como en las alteraciones vasculares observadas en fumadores”, continúa la investigadora. “La cotinina, además, puede ser considerada un interesante biomarcador de utilidad en orina y sangre para efectuar controles en pacientes que se encuentren en tratamiento de cesación tabáquica”.

“Este conocimiento implica un adelanto al poder establecer el papel que desempeña uno de los principales metabolitos de la nicotina en las alteraciones que se le atribuyen a ésta última y plantea la necesidad de ampliar la investigación en experiencias futuras como, por ejemplo, la posible acción de la cotinina sobre la fertilidad”, finaliza Sassone

Fuente: Agencia CyTA