Al menos 24 personas murieron hoy y varias decenas resultaron heridas por la explosión de cinco coches bomba en la ciudad petrolera iraquí de Kirkuk (unos 250 kilómetros al norte de Bagdad), informaron fuentes policiales. Según dijo el general Torhan Yusef, de la policía de Kirkuk, dos de los atentados fueron perpetrados por suicidas y uno tuvo como blanco el convoy en el que él mismo viajaba por la ciudad. Torhan, que no resultó herido, afirmó que varios de sus acompañantes perdieron la vida en el atentado. Otro coche cargado de explosivos tuvo como blanco una sede del Partido de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), liderado por el presidente de Irak, el kurdo Yalal Talabani. Otro de los cinco coches bomba explosionó al paso de una patrulla de policía, mientras que uno más estalló cuando la gente se encontraba inspeccionando los restos del vehículo afectado. El último atentado se produjo en la puerta del principal cuartel de policía de la ciudad. Kirkuk es una ciudad donde conviven árabes y kurdos: éstos quieren anexionarla a la autonomía que quieren establecer en el norte de Irak, a lo que se niega el gobierno central de Bagdad, controlado por los shiítas. Los nuevos ataques se producen después de que unas 40 personas perdieran la vida ayer en acciones de violencia en distintas zonas del país. La Organización Al Qaeda en Irak había amenazado con vengar la muerte de su líder Abu Mussab al Zarkawi, fallecido el miércoles pasado en un bombardeo aéreo en Baquba, al norte de Bagdad. El grupo terrorista anunció ayer a través de una página en internet que había elegido al sucesor de Zarkawi.