Un tribunal de Irán ratificó la condena de 33 años de prisión y 148 latigazos para la abogada y activista de derechos humanos Nasrin Sotude por defender el derecho a protestar contra el uso obligatorio del velo islámico. Así lo informó la agencia estatal Irán. 

Según el periódico El Mundo, fue condenada el 22 de marzo por un Tribunal Revolucionario por los delitos de "reunión en colisión contra la seguridad nacional", "propaganda contra la autoridad", "participación efectiva en grupo ilegal y contrario a la seguridad", "incitación a la corrupción y a la prostitución" y "comparecencia pública sin velo".

De acuerdo a lo informado, se la persigue especialmente tras su trabajo como abogada defensora de un grupo de mujeres que en enero del 2018 protestó contra el gobierno teocrático del ayatolá Ali Khamenei. Para manifestarse se quitaron el velo.

En enero de 2018 una joven se quitó el velo en plena manifestación y lo agitó en señal de protesta

Sotude está encerrada desde junio del año pasado y no es su primera vez en prisión. Ya había sido condenada en 2010 por cargos similares e indultada en 2013 con la llegada del presidente Hassan Rouhani, considerado "moderado". 

En marzo del año pasado, la organización Amnistía Internacional solicitó que la abogada fuera puesta en libertad "de inmediato y sin condiciones" y "que se anulen sin demora sus condenas". Un responsable del organismo expresó que la condena "es la más severa de las registradas contra defensores y defensoras de los derechos humanos en Irán en los últimos años, lo que indica que las autoridades están intensificando la represión".

La organización también se refirió a los juicios "manifiestamente injustos" y destacó que Sotude "ha dedicado la vida a trabajar de manera pacífica por los derechos humanos, incluida la defensa de las mujeres que protestan pacíficamente contra la degradante legislación de Irán sobre el uso forzoso del hiyab o velo".

Una cartel en Europa pidiendo por la liberación de Sotude (Reuters)

El régimen teocrático iraní obliga a todas las mujeres y niñas a llevar el cabello cubierto y los brazos y piernas tapados con ropa holgada. La prohibición pareció relajarse un poco a partir de las tensiones entre Estados Unidos e Irán. En algunos sectores, los pañuelos en la cabeza se hicieron más pequeños y transparentes, y la ropa comenzó a usarse más ceñida al cuerpo.

Sin embargo, la prohibición persiste e incluso hay un sector específico del gobierno que se encarga de hacer cumplir la norma. La llamada "policía moral" aumenta o reduce de acuerdo a la cantidad de protestas contra el gobierno.