Considerada para muchos como la golosina predilecta del paladar nacional, los alfajores se consolidan como los mejores aliados de los argentinos a la hora de comer algo dulce. Según un estudio realizado por la Asociación de Distribuidores de Golosinas y Afines (Adgya), en el país se consumen 900 millones de unidades al año, lo que representa un negocio de $7.000 millones.

Las ventas de los alfajores se mantienen en alza aún en un contexto marcado por la caída del consumo. El relevamiento realizado por Adgya indica que cada habitante come 1 kilo por año, lo que, a un peso promedio de 50 gramos por alfajor, arroja una cifra anual de 20 unidades por persona.

Según publica La Nación, en diciembre de 2014 los comercios mayoristas vendieron un 44,7% más de alfajores que en el mismo mes de 2013. El mercado de los alfajores se caracteriza por una multiplicidad de marcas, con precios que van desde $4 en los segmentos populares, hasta $14 en los premium, pasando por los $7 y $8 en el target medio.

Las marcas Arcor y Mondelez son las que ocupan los dos primeros lugares en el mercado, con 30% y 19%, respectivamente. Entre las marcas preferidas, según áreas geográficas, están: “Capitán del Espacio” en la zona sur del Gran Buenos Aires; “Merengo” en Santa Fe; “Estancia El Rosario” en Córdoba; “Don Goyo” en San Luis, y “Gesellinos” en Villa Gesell.

Las marcas premium también pisan fuerte en el mercado: Havanna, que compite con Cachafaz, Plan B, La Recoleta, Balcarce y Alfa Pampa, vende 115 millones de unidades al año, entre el comercio local y lo que exporta. La empresa cuenta con 210 locales, 70 propios y el resto franquicias.

Los números son también muy buenos en el comercio exterior. Según la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), el país exporta cada año más de dos millones de kilos de alfajores.