El Canal de Panamá protege entre sus aguas la única isla artificial que sirve de centro de estudio de la biodiversidad del trópico.
Antes de comenzar la gran obra, en 1910, un grupo de diez científicos del prestigioso Instituto Smithsonian, de Estados Unidos, viajó al istmo para elaborar lo que sería el primer estudio de impacto ambiental, ante las consecuencias de un proyecto de modificación de la naturaleza como no se conocía hasta la fecha.
Los científicos censaron y registraron flora, fauna y topografía del área que iba a ser afectada por el canal que cortó el istmo centroamericano para comunicar dos océanos. Uno del grupo, James Zetek, decidió quedarse en Panamá para ser testigo también de la evolución de su "inventario biológico".
La riqueza de la ya llamada Zona del Canal, el área definida a lo largo de la vía para su control y protección, llenó de entusiasmo a Zetek, que hizo personal la meta de consolidar en Panamá un santuario de la naturaleza.
Una vez comunicadas las dos vertientes, aunque las aguas de los océanos no se juntan nunca, ya que la vía es de esclusas e involucra agua dulce, Zetek identificó la cima que hoy es la isla Barro Colorado como el refugio natural de muchas de las especies cuyo hábitat había desaparecido.
A 126 metros de altura sobre el nivel del mar, Barro Colorado es, con 1.500 hectáreas, la isla más grande sobre el Gatún, el lago artificial que se creó con la represa del caudaloso río Chagres que abastece de agua al Canal.
Una de las primeras reservas biológicas de América, desde 1923, es ahora un "monumento natural" gestionado por el Smithsonian, en "misión internacional en Panamá" y encargado de su "custodia" tras un acuerdo diplomático con las autoridades panameñas, que desde 2000 administran el canal interoceánico construido por Estados Unidos y durante casi 90 años bajo su control.
Barro Colorado es una de las estaciones de investigación tropical más antiguas del mundo. Los científicos llevan más de 80 años estudiando el bosque húmedo de la isla, con una precipitación anual media de alrededor de 2.600 milímetros de lluvia.
En la isla, dedicada exclusivamente a la investigación, se desarrollan proyectos en los que participan las más afamadas universidades del mundo, y está también abierta al público con un programa de visitas diarias que promueve el conocimiento y conservación del lugar.
Las investigaciones que se llevan a cabo en Barro Colorado, con 42 científicos de planta y entre 200 y 400 científicos visitantes, involucran regiones tropicales en todo el mundo.
El Centro de Ciencias Forestales del Trópico, con base en Barro Colorado, comprende grandes parcelas de bosque que monitorean la demografía de árboles en 14 países de África, Asia y las Américas.
Sólo ese proyecto estudia más de tres millones de árboles de 6.000 especies.
La isla alberga 1.369 diferentes especies de plantas, 335 de pájaros, 35 de anfibios, 75 de reptiles, 110 de mamíferos, y miles de arácnidos e insectos, incluidas 100 clases de cucarachas y 200 de hormigas, como la "bala", de un centímetro, la más grande del Panamá.
Cinco especies de mono habitan Barro Colorado, todas ellas nativas de Panamá: el Mono Araña, el Capuchino Cari-blanco, el Tamarín de Geoffrey, el Mono Aullador y el Mono Nocturno.
Entre los mamíferos también destacan los ocelotes, con 23 censados, y pumas, totalmente en libertad, que nadan desde tierra firme y eligen la isla para parir a sus crías.
El más grande de los árboles registrados en la zona está en Barro Colorado, "The Big Tree", una ceiba de cerca de 500 años con una copa de alrededor de 25 metros de diámetro, una de las diez más grandes avistadas en Centro y Suramérica.
El nombre de la isla se lo da el color rojo de la tierra arcillosa de la que está hecha en su mayoría, aunque los estudios de suelo revelan gran diversidad en poco espacio, lo que cimenta la misma riqueza biológica del bosque tropical.
El Monumento Natural Barro Colorado comprende la Isla Barro Colorado y cinco penínsulas aledañas: Gigante, Peña Blanca, Bohío, Buena Vista y Frijoles, todas consideradas parte de la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá, creada por el hombre hace 93 años.
Fuente: EFE