El cantautor español Ismael Serrano vendrá a Rosario a presentar su nuevo trabajo “20 años. Hoy es siempre”, un disco en el que recorre sus dos décadas carrera musical. El encuentro con su público será en próximo sábado 2 de junio, en el teatro El Círculo.

“Hice este disco para repasar toda mi trayectoria y preguntarme a mí mismo en qué momento estoy y para agradecer a toda la gente el milagro de permanecer en la música, que es lo más difícil”, explicó el artista en diálogo con el programa “A Diario”(Radio 2,) y añadió que “las cifras rotundas, como los 20 años, obligan a la mirada retrospectiva”.

“Uno cae en la cuenta de todos los sueños que ha conseguido –dijo–; no sólo dedicarme a la música, sino también recorrer España y toda latinoamérica. Compartí escenario con Joan Manuel Serrat, Silvio Rodríguez, Mercedes Sosa y Joaquín Sabina, toda esa gente con la que crecí y a la cual admiro mucho. Supongo que aprendí muchas cosas en este tiempo y he querido plasmarlo en un disco”.

“Yo siento que todo es tan precario que me siento en la obligación de vivir al instante. Quién sabe cuándo podremos regresar a un lugar”, expresó Serrano, reconocido por su público por su generosidad que lo lleva a seguir cantando, aún después de finalizado el show, como una forma responder a la demanda afectuosa de la gente.

“Uno siente urgencia de mostrar lo nuevo y está muy comprometido con el último trabajo por lo que trata de darle prioridad; pero es verdad que hay canciones que forman parte del imaginario de la gente que te acompaña. Son canciones importantes porque marca una época en sus vidas. Yo disfruto mucho al cantar esas viejas canciones porque, además, siento que tengo una deuda con ellas”, dijo el cantante.

En relación con la inquietud de explorar nuevos horizontes y no arrellanarse en los éxitos ya conseguidos, Serrano afirmó: “El reto es no perder la permeabilidad, la inquietud y la curiosidad. Ser capaz de salir de tu pequeño universo de tranquilidad y de confort. Ser capaz de levantar la mirada y mirar más allá del horizonte. Seguir buscando experiencias de las que nutrirse, porque el gran peligro del autor es encerrarse en su burbuja, mirar su ombligo, volverse alguien hermético que no se conecta con la realidad y por lo tanto, difícilmente pueda hablar de esa realidad compartida y difícilmente el público se sienta identificado con las canciones”.

“Yo creo que ése es el gran reto mío y de todo autor. Es una de mis obsesiones, que está relacionada con el compromiso personal de no perder el contacto con la realidad de la que me nutro”, concluyó.