Tanques y tropas israelíes avanzaban este jueves por el sur de Líbano y combatían con milicianos de Hezbolá, pese al anuncio de Israel de que suspendería hasta el fin de semana una ampliación de su ofensiva terrestre que acaba de aprobar para dar una oportunidad a la diplomacia tras un mes de conflicto. 

Hezbolá respondió al avance israelí con una nueva lluvia de 40 cohetes contra el norte de Israel, y dos árabes israelíes, una madre y su hija, murieron en uno de los ataques, mientras que al menos otros dos civiles fallecieron en bombardeos israelíes en  Líbano, informaron fuentes policiales israelíes y libanesas. 

En los combates en el sur de Líbano, el grupo Hezbolá afirmó en un comunicado que destruyó hoy 13 tanques israelíes cerca de la localidad cristiana de Marjayun, 10 kilómetros al norte de la frontera con Israel, mientras que la policía libanesa cifró en al menos cuatro los tanques inutilizados. 

El ejército israelí no quiso comentar la información sobre la presunta destrucción de sus tanques en estos nuevos combates, ocurridos un día después de que Hezbollah matara a 15 soldados israelíes, en el golpe más duro sufrido por el ejército judío desde el inicio de la ofensiva, el 12 de julio.  

Más al norte, un barco israelí bombardeó por primera vez el centro de Beirut y dañó el antiguo faro de la ciudad, en un ataque que provocó dos heridos y una ola de pánico entre los habitantes de la capital libanesa. La aviación israelí dijo que el ataque fue uno de los 150 bombardeos lanzados hoy en Líbano. Al menos dos civiles murieron en estos bombardeos, uno cerca del sureño puerto de Tiro y otro en el valle de la Bekaa, al noreste del país, informó la policía. 

El gobierno israelí aprobó ayer ampliar su ofensiva terrestre en El Líbano, luego de que en casi cuatro semanas de operaciones puntuales de infantería y masivos bombardeos no lograron frenar los ataques con cohetes de Hezbolá. Pero un funcionario israelí dijo que el primer ministro, Ehud Olmert, decidió suspender el lanzamiento de la operación ampliada hasta el fin de semana para dar una oprtunidad a la diplomacia, aunque advirtió que la campaña se implementará antes si Hezbolá lanza algún gran ataque. 

Sin embargo, las perspectivas de un rápido alto el fuego aparecían ensombrecidas en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde Estados Unidos y Francia aún disentían hoy sobre si exigir o no a Israel que retire a sus fuerzas de Líbano y deje el lugar bajo control de una fuerza multinacional y tropas libanesas. Las diferencias en la ONU podrían volver a demorar un día más la votación de alguna resolución sobre el conflicto, inicialmente prevista para ayer, dijeron fuentes diplomáticas. 

Fuente: Télam