Israel intensificó sus ataques contra infraestructuras en el Líbano, con el objetivo de impedir el traslado a otro país de sus soldados capturados, mientras los libaneses tratan de abastecerse de productos básicos ante la eventualidad de que se prolongue la crisis.

Al menos 61 personas murieron en el Líbano desde el inicio de los ataques israelíes en este país tras el secuestro, el pasado miércoles, de dos soldados israelíes por el grupo Hezbollah y la muerte de otros ocho en enfrentamientos en la frontera.

Fuentes policiales explicaron que la cifra incluye a cuatro personas que han perdido la vida en nuevos ataques contra distintas áreas del país, incluidos los suburbios de la zona sur de Beirut, feudo de Hezbollah y donde este grupo tiene instalado su cuartel general.

El Ejército israelí destruyó asimismo un antiguo puente que conecta una carretera hacia el aeropuerto internacional Rafik Hariri de Beirut, y dañó otro cercano en Bir el Abed, al sur de la capital.

La aviación israelí atacó un puente de la carretera de Beirut a Damasco con el objetivo de "cortar las vías de contrabando de armas hacia el Líbano, pero, sobre todo, para impedir que los dos soldados capturados puedan ser sacados del país", según dijo un portavoz del Ejército israelí.

Fuentes del Ejército y del Ministerio israelí de Exteriores dicen tener indicios de que Hezbollah quiere llevarse a los soldados a Irán, ya que el grupo libanés "es un mero apéndice del régimen de Teherán".

Irán, sin embargo, ha desmentido esa posibilidad y su presidente, Mahmud Ahmadineyad, ha advertido a Israel de que un posible ataque contra Siria será "una agresión contra todo el mundo islámico".

Previamente, aviones israelíes habían bombardeado las cercanías de la ciudad de Hermel, en el este del Líbano, lo que causó numerosos daños en campos, viviendas y comercios, así como la carretera de Deir el Baida, un paso que vincula el valle de la Bekáa con el puesto fronterizo de Masna.

Tras los bombardeos israelíes, Hezbollah reanudó el lanzamiento de cohetes "katiusha" contra el norte de Israel, a donde ya ha disparado decenas de proyectiles en los dos últimos días.

Los habitantes de la zona han podido salir os horas de los refugios para preparar el Shabat, día de descanso para los judíos.

La aviación israelí mientras tanto sobrevoló intensamente desde primeras horas del día la capital libanesa y la carretera Beirut-Damasco.

Aviones militares israelíes bombardearon, por cuarta vez en 24 horas, el aeropuerto internacional de Beirut, y destruyeron una parte del ala sur del edificio de la terminal, dijeron fuentes militares.

Asimismo, fue atacado un edificio pequeño situado en una de las pistas y cercano a los suburbios del sur de Beirut, que han sido bombardeados hoy en dos ocasiones por la aviación y la marina israelíes.

Mientras, las autoridades libanesas enviaron los aviones de la compañía aérea nacional Middle East Airline a los aeropuertos de Ammán y Larnaca (Chipre) para evitar que resultaran destruidos por los bombardeos israelíes.