El Tribunal de la Seguridad del Estado de Jordania condenó a muerte a siete personas en relación con el triple atentado de noviembre pasado en Amán, juzgados todos en rebeldía con excepción de la iraquí Sayeda Mubarak al Rishaui.

Según la agencia jordana de noticias, el tribunal decidió que Sayeda, la principal acusada, "sea ejecutada en la horca" por su papel en los atentados perpetrados en tres hoteles de lujo en Amán y que causaron la muerte de cerca de 60 personas.

Al Rishaui, de 39 años, es la única de los sentenciados presente en el juicio, ya que los otros seis encausados fueron procesados en rebeldía.

Además de los siete condenados a muerte, el tribunal juzgaba también en rebeldía al que era líder del brazo de Al Qaeda en Irak Abu Musab al Zarqaui –que había asumido la autoría de los atentados– hasta que fue anunciada su muerte en Irak en junio pasado.

La fiscalía había pedido la pena capital para los siete, que "deliberadamente asesinaron a inocentes en instalaciones civiles con el objetivo de iniciar una sedición y sembrar el horror entre los ciudadanos".

El triple atentado suicida en Amán acabó con la vida de sesenta personas e hirió a noventa más.

Según los servicios de seguridad jordanos, tres iraquíes fueron los responsables, entre ellos el marido de Sayeda al Rishaui, arrestada en Amán después de los atentados.

Al poco de ser detenida, Al Rishaui reconoció en la televisión pública jordana que pertenecía a una organización terrorista, y dijo que su cinturón explosivo falló en el último momento cuando intentaba activarlo en medio de una boda que se celebraba en el Hotel Radison SAS.