Un terrible caso sacudió esta semana la tranquila Teodelina, a poco más de 200 kilómetros de Rosario. Un muchacho de 20 años denunció que fue salvajemente golpeado y violado por el hombre que mató a su perra en mayo. El agresor habría actuado con dos policías y en represalia al muchacho que lo había acusado por Facebook de haber ejecutado a su mascota. La Defensoría General ya tomó cartas en el asunto.

"A Nahuel le quebraron la muñeca, le dieron golpes en la cabeza y pensaron que lo habían matado, decían 'no le demos más porque ya está muerto', uno de los policías dijo, lo violaron los tres, tiene dos costillas fracturadas, golpes por todos lados. Lo dieron por muerto", relató Stella Maris, la mamá de la víctima al canal C5N este miércoles.

El hecho ocurrió el miércoles 22 de julio pero la mujer se enteró recién al fin de semana siguiente. "Me dijo a mí el nombre de uno de los policías y me quedé helada porque es un vecino”, agregó Stella Maris.

Inmediatamente fueron a la comisaría pero se llevaron una sorpresa: el otro cómplice era uno d ellos policías de la seccional. “Nos iba a llevar a Venado Tuerto a la Fiscalía, y Nahuel lo reconoció. Finalmente dejó sus cosas adentro y se fue. Nos llevó otro policía”.

Según publicó Rosario12, el caso es investigado por la fiscal de Venado Tuerto, Paula Borrelo, quien ya tomó las primeras medidas del caso, iniciándoles una causa a los sospechosos aunque sin restringir su estado de libertad. Las funciones policiales de ambos tampoco fueron acotadas, según reconoció Juan Lombardi, delegado de la cartera de Seguridad, porque aseguró que "no había imputación alguna hasta el momento". Sin embargo reconoció que fueron corridos de sus puestos, hasta que avance la investigación.

La fiscal Borrelo reconoció que ya ordenó pericias psicológicas y forenses sobre Nahuel, así como el secuestro de su teléfono celular donde aseguró había recibido amenazas.

Este miércoles por la tarde unas 200 personas marcharon por las calles de Teodelina, pasando frente al edificio comunal y la comisaría, en repudio al brutal ataque.