Centenares de judíos ultraortodoxos volvieron a protestar este sábado frente a la sede de la fábrica de chips de la empresa Intel en Jerusalén para protestar por la apertura de la manufactura durante la jornada sabática, recogen medios locales.

Los manifestantes, ataviados con los característicos sombreros de ala y levitas largas de color negro, corearon "Shabes, Shabes" -voz en Yidish que designa el sábado-, mientras se agolpaban junto a las puertas de la sede de la compañía norteamericana donde se produjeron forcejeos con periodistas y personal de seguridad de la compañía.

Para los judíos ultraortodoxos el trabajo en sábado es una medida que profana el día más sagrado para el judaísmo, en el cual, por ejemplo, no se puede encender fuego, ni hacer ningún esfuerzo físico, ni conducir vehículos.

Las negociaciones entre Intel y representantes de la comunidad ultraortodoxa para llegar a un acuerdo, fracasaron después de que la compañía rechazara una demanda de emplear únicamente a trabajadores no judíos los sábados. Tras las protestas y otras medidas de presión, la compañía estudia incluso cesar la producción en Israel de continuar esta situación.