El Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata advirtió el riesgo que corren mujeres que fueron supuestamente obligadas a prostituirse por tres personas que fueron liberadas a las 24 horas de ser detenidas. El pasado domingo la Policía Federal había rescatado a 15 personas y arrestó a los presuntos responsables del prostíbulo allanado.

Según publicó el sitio InfoJus, el juez federal Marcelo Bailaque liberó en 24 horas a Marcela Fernanda Rey, Diego Hernán Stankoff y a Iván Franco Serrano, quienes fueron capturados en un allanamiento en un prostíbulo de Alvear. Para el magistrado no se habían recabado los "elementos de prueba suficientes" para indagarlos.

La curiosidad de la decisión de Bailaque es que justifica las liberaciones por no tener el informe de la oficina de rescate. Ese documento es confeccionado por los profesionales que participan de los procedimientos, por lo que en ese momento se encontraban asistiendo a las mujeres que habían salvado. 

“El hecho de dejar libres a los responsables de la explotación de las mismas, pone en riesgo a las mujeres y a sus familias. La decisión tomada por el magistrado deja a las víctimas a merced de sus explotadores, quienes conocen sus domicilios particulares, pudiendo presentarse a fin de aleccionar sus relatos al momento de prestar declaración testimonial”, comunicaron desde el organismo.

Las 15 mujeres fueron rescatadas de un bar prostíbulo situado en la ruta provincial Nº 16, a la altura del kilómetro 4,5. Las víctimas son argentinas y mayores de edad. Muy pocas habrían terminado la educación básica formal por tener que contribuir a la economía familiar, según apuntó el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. 

Las mujeres conocían a los responsables del lugar y al personal de seguridad. Según la oficina de rescate, “la actividad prostituyente que se llevaba a cabo en el local era el de «copas compartidas» y «pases», sobre cuyo valor los dueños retenían un porcentaje igual o superior al 50 por ciento. Además, las víctimas eran enviadas a hoteles cercanos o a los vehículos de los clientes para realizarlos”.

Las víctimas reconocieron que sentían miedo ante la presencia de determinados clientes, identificados por ellas como “narcotraficantes, sicarios, gendarmes y policías”. El Programa Nacional de Rescate ofreció su resguardo pero las mujeres se negaron y optaron por regresar de forma urgente junto a sus familias. De todos modos, recibirán acompañamiento al declarar.