La ecuación se repite después de cada cosecha: las terminales portuarias liberan cupos de forma indiscriminada a camiones con cereales que terminan en un cuello de botella por la ausencia de capacidad y se forman largas colas que desbordan las calles de la ciudad y la paciencia de los choferes.

Este jueves a la tarde había unos 6 kilómetros de cola de vehículos a la orilla de Circunvalación. La zona más complicada era entre Pellegrini y Uriburu.

El desborde continuaba por Presidente Perón (ex Godoy) y se extendía varias cuadras, hacia el oeste. Todos esos vehículos buscaban llegar a la playa de espera de Pérez.

“Me dieron un cupo de la playa de Pérez pero ahora llego y no hay lugar. Siempre lo mismo, dan cupos libres para todos al mismo tiempo. Tendrían que hacer otra playa o agrandarla porque ¿ahora cómo hago, dónde hago mis necesidades?”, señaló indignado Raúl, un conductor de Esperanza que quedó varado en Presidente Perón al 8000 y esperaba pasar la noche en la calle.

El mismo problema se vivía en otros puntos como en el acceso sudoeste de la ciudad. Allí desde la madrugada colapsó el tránsito (ver informe del Tres).

Cosecha menor

Lo curioso del fenómeno que se repite es que este año la cosecha fue menor a la esperada. El gerente de la Cámara de Comercio e Industria de San Lorenzo, Gabriel Abbo, afirmó al programa La primera de la tarde (Radio 2) que “hay menos camiones” en circulación.

El empresario señaló que este año la situación por la “cosecha gruesa” fue un “poco más tranquila” ya que en lugar de los de 50 millones de toneladas de cereales esperados, se bajó a unos 42 millones, casi un 20 por ciento menos”.