La relación entre Cristian González y los hinchas de Rosario Central no atraviesa el mejor de los momentos. De hecho, probablemente sea el peor desde que Kily apareció en primera a principios de los 90’s, e incluso desde que arribó otra vez al club para este segundo ciclo.

Lo que la gente le reprocha es su incontenible irascibilidad, que le provoca inoportunos ataques de nervios dentro del campo de juego que dejan al equipo con un jugador menos. Como ocurrió en el último partido ante Vélez, cuando se tomó los testículos y emitió sonoros insultos a un juez de línea ante la mismísima presencia del árbitro del partido, actitud que tuvo el resultado imaginado: vio la tarjeta roja, y conspiró contra la chance de Central de empatar un pleito que perdía.
Sabe el Kily que las tribunas están algo resentidas tras ese desplante. Pero este jueves por la tarde él volvió a pedir disculpas, justificando los agravios que los propios simpatizantes le propinaron: “A veces la impotencia por ser muy hincha del club y saber que la situación es complicada te hace reaccionar así. Lamentablemente perjudiqué al equipo. Lo acepto, pido disculpas, y veré si puedo reivindicarme el día de mañana”, declaró.

Sobre su encontronazo con los plateístas, que le dedicaron un coro de malas palabras al momento de enfilar hacia el túnel tras haber visto la roja, el zurdo señaló: “La gente putea, te insulta, lo viven de esta manera. En situaciones así es normal que reaccionen de esta manera, y más en mi caso. La gente quería que siguiera y es normal, son cosas del fútbol”.

Pero cree el ex volante de la selección nacional que la de los hinchas debe ser una calentura momentánea: “Ya pedí disculpas. La gente que quedó mal, quedará mal porque tendrá sus razones, no tengo nada que decirles. Lo dije en su momento, después del partido: estando bien a todo el mundo no le podés gustar, porque hay opiniones de todos los colores. Por más que hagas bien las cosas, está la gente que no valora. En este caso es una situación negativa, y esto hace que la gente reaccione más”.

A continuación, fue el turno de referirse a la llegada al club de Hugo Galloni: “Yo soy el primero que se quiere morir porque no voy a estar. Le tengo un cariño y una admiración especial a Hugo, y a todos sus colaboradores. Gente con la que he jugado, que realmente quieren al club. Soy el primero en querer apoyarlo: ya se rumorearon muchas cosas porque no vine el primer día. Y hoy, mal como me sentía, afiebrado, vine para hablar con ellos y apoyarlos”.

Por último, el Kily volvió a proclamar su intención de continuar en la institución durante el próximo año. Pero lo dejó supeditado a lo que ocurra tras las elecciones del 11 de noviembre: “Me quiero quedar, pero dependerá de los que asuman y del técnico que venga. Veremos…”.

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El volante habló sobre su expulsión frente a Vélez

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El Kily tiene una gran estima por Galloni