El presidente argentino, Néstor Kirchner, subrayó hoy la determinación del país de pagar la deuda "económica y también moral" que tiene Argentina con España, país al que agradeció su solidaridad durante la crisis económica vivida a comienzos de esta década. En un discurso ante los presidentes de las dos Cámaras del Parlamento español -el Congreso y Senado- en la segunda jornada de su visita oficial, Kirchner expresó el "profundo agradecimiento" a España por ser el "único país" que destacó por su solidaridad y apoyo en 2001 y por la acogida a los argentinos que llegaron huyendo de la crisis. El presidente aprovechó su intervención para hacer un recorrido por la "salida, paso a paso, del infierno" que está protagonizando Argentina en su recuperación económica, social e institucional que les llevará, según sus palabras, "a las puertas del purgatorio" en 2007. También intentó disipar las "inquietudes" que provocan los nuevos gobiernos latinoamericanos calificados de populistas, como el de Hugo Chávez en Venezuela y el de Evo Morales en Bolivia, y advirtió de que sólo son "países tratando de reconstruirse". En esa línea situó sus esfuerzos para que Bolivia no quede "desintegrada" del panorama internacional y argumentó en favor de Venezuela, como un país "muy solidario" con sus vecinos, pero al que Estados Unidos está "intentando crear una imagen de monstruito", pese a las excelentes relaciones comerciales que mantienen. Los presidentes del Congreso y el Senado, Manuel Marín y Javier Rojo, recibieron a Kirchner en la Sala Sert del nuevo edificio de la Cámara Baja, en el inicio de la segunda jornada de su visita oficial a España. En su intervención, el presidente argentino recordó su llegada al poder en un momento de crisis gravísima que llevó a su país a lo que llamó "el borde del abismo y la disolución", y repasó las cifras "absolutamente alentadoras" para ilustrar la recuperación económica en los últimos cinco años. Paralelamente, explicó la evolución de las relaciones de Argentina con los organismos internacionales y el proceso de "normalización y renegociación" de los contratos con empresas privadas. En cuanto a la proyección internacional del país, Kirchner subrayó su interés por los procesos integradores regionales y por profundizar en el diálogo con la Unión Europea, esfuerzo para el que espera contar con el apoyo de España. Como colofón del acto, el presidente del Congreso de los Diputados entregó a Kirchner una copia de la Constitución de 1812 en la que aparecen recogidos los nombres de numerosos argentinos que participaron en aquel "esfuerzo democratizador" en un momento en que Argentina "era parte de las Españas".