No tuvo esta vez el tono de campaña de los dos de los últimos días en Las Parejas y Rufino el discurso de Néstor Kirchner. Al hablar en la planta de General Motors en Alvear, donde se anunció oficialmente una inversión millonaria para lanzar un nuevo auto económico, el presidente Néstor Kirchner prefirió concentrarse en los logros económicos de su gestión y no hablar de las elecciones en Santa Fe, aunque el postulante a gobernador del Frente para la Victoria, Rafael Bielsa, tuvo un lugar privilegiado en el palco, junto con autoridades gubernamentales y de la empresa, incluido el titular a nivel mundial de la multinacional.

En ese marco, Kirchner resaltó las cifras del crecimiento de la actividad económica que el Indec oficializará esta tarde: “8,5 por ciento de mayo a mayo, con un acumulado del 8,2 por ciento anual y con un crecimiento de abril a mayo de 1,4 por ciento, el más importante de los últimos diez meses”. Para el presidente, esto “vuelve a refutar a los agoreros” que sostienen que la Argentina “no iba a seguir creciendo”.

El cambio de tono en el discurso del presidente –que buscó mostrarse más como estadista que como político en campaña– tuvo que ver con el auditorio: las autoridades de una multinacional con fuertes intereses en la Argentina y los empresarios más importantes de la región estuvieron presentes en el acto, que fue también la presentación pública en la zona del flamante ministro de Economía, Miguel Peirano. También había dirigentes políticos de distintos sectores, entre ellos, además de Bielsa y el gobernador Joge Obeid –que subieron al palco junto al primer mandatario–, el senador Carlos Reutemann, el candidato socialista Hermes Binner y el intendente rosarino Miguel Lifschitz.

Kirchner se ocupó varias veces de expresar su agradecimiento y el del “pueblo argentino” a General Motors por la “alegría” que significa anunciar “esta inversión, de cerca de 500 millones de pesos, con 350 puestos de trabajo directos, 1.250 puestos de trabajo indirectos”. Además, resaltó que “un 15 por ciento de la producción” del nuevo modelo será para el orden interno y el 85 para exportar, “lo que muestra la calidad competitiva argentina”.

Para el jefe del estado esta es una muestra de que “se sigue industrializando la Argentina, sigue creciendo la confianza en el país” y que los datos de crcimiento, más los de “baja de la pobreza y generación de empleo” evidencian que se abre un “futuro venturoso”.

Sí, el presidente habló de la crisis enrgética, pero culpó a los gobiernos que lo antecedieron. “Desde el 97 hasta que llegamos no se hizo ninguna inversión de tipo energético”, enfatizó.

Además, remarco que el crecimiento obliga a invertir en infraestrctura y volvió a enumerar proyectos previstos para la región: la autopista a Córdoba, el Circunvalar, la profundización del calado de la hidrovía.

“Están ante un gobierno serio y se va a profundizar el cambio”, le dijo a los empresarios.

Y resaltó la necesidad de que ese cambio se traduzca en que la distribución del ingreso “tenga los niveles que supo tener en la Argentina”.
Para el final se reservó, sí, un párrafo para la candidatura de su resposa Cristina: “Esperemos que cuando asuma la nueva presidenta hayamos dejado atrás el infierno”.