Kirchner marcó las líneas centrales de su gestión con la vista puesta en el final de su mandato, en diciembre de 2007, cuando " la Argentina estará en las puertas del purgatorio y habrá derrotado al infierno".

El mandatario encabezó el acto central con el que se conmemoró un nuevo aniversario de la Declaración de la Independencia de 1816, que incluyó la colocación de una ofrenda floral en la casa histórica de Tucumán y un acto público en la plaza principal, en donde afirmó: "los argentinos hoy somos más independientes que otros 9 de julio".

También afirmó que "por más trabas que pongan, iremos adelante con la bandera argentina y con el pueblo" y ubicó entre los adversarios a "algunos señores que se creen los dueños de la voluntad de los argentinos, cuando los únicos dueños son el voto y la decisión del pueblo".

 

 

"Recordemos las cosas que nos decían cuando le pagamos al Fondo Monetario: que la Argentina se iba a caer, que íbamos a perder reservas, que no íbamos a ser solventes, que no íbamos a poder llevar adelante a este país, pero lo hicimos", afirmó.

 

En el palco montado en las escalinatas de la Casa de Gobierno, el jefe de Estado resaltó como gesto de independencia que, "en la negociación con los acreedores privados, por primera vez, la Argentina haya ahorrado 67.000 millones de dólares, que no salieron del bolsillo del pueblo, que fue defendido".

 

Vivado por la gente que colmó la plaza Independencia -ubicada frente al palacio gubernamental-, con banderas celestes y blancas y carteles que decían "Kirchner 2007", el jefe de Estado reiteró la convocatoria a una concertación plural.

 

"Convocamos a trabajar juntos a argentinos de distintas identidades políticas, pero por un proyecto nacional. No convocamos al acuerdismo, a los pactos dirigenciales, ni de cúpulas, sino a un pacto del pueblo con el pueblo, por arriba de cualquier bandería y con la bandera nacional levantada con fuerza", definió.

El Presidente, aunque reconoció que aún quedan muchas asignaturas pendientes, destacó que, "paso a paso se va construyendo un país sin exclusiones", con una "Justicia independiente" y en la que no hay "leyes de Obediencia Debida ni de Punto final para aquellos que cometieron los crímenes más aterradores durante la dictadura militar".

 

 

"El 10 de diciembre (de 2007), cuando termine mi mandato, espero poder decir al pueblo: "estamos en la puerta del purgatorio, hemos derrotamos al infierno, y la sonrisa vuelve a todos los argentinos, porque la esperanza se consolida con el nuevo tiempo´", concluyó.

 

Kirchner lamentó que algunos diarios nacionales, en lugar de haber recordado hoy, "con letras grandes, que era el Día de la patria", estén "preocupados por otras cosas, por cuidarse sus intereses".

"Le decía al gobernador (José) Alperovich que no se preocupe por ese diario nacional, que lo criticó días atrás por defender al pueblo, mientras el diario defiende a (Alfredo) Martínez de Hoz, que inició el proyecto de desaparición y de hambre en la

Argentina", señaló el primer mandatario.

 

 

El viernes, el diario La Nación tituló a su editorial "Crisis constitucional en Tucumán", en referencia a los cuestionamientos judiciales que recibió la recientemente promulgada reforma de la Constitución provincial, que posibilita la reelección de las actuales autoridades, entre otros puntos.

 

Luego del acto y frente al grito "se siente, se siente, Kirchner 2007", el Presidente decidió, junto a Alperovich, trasponer el vallado de seguridad -unos 3.000 policías custodiaron las actividades del Presidente-, para estrechar las manos de la gente que quería saludarlo.

 

Antes del acto en la plaza, el jefe de Estado; su esposa, la senadora nacional justicialista Cristina Fernández, Alperovich y el resto de la comitiva presidencial rindieron un homenaje a los congresales que en 1816 declararon la independencia.

 

Kirchner, Alperovich,y el vicepresidente Daniel Scioli y el vicegobernador Fernando Juri, por su parte, depositaron sendas ofrendas florales en el lugar de la Casa de Tucumán donde sesionó el Congreso de 1816, presidido por Francisco Narciso Laprida.

 

Scioli aseguró que en la Argentina existe "un estado social activo y de inclusión" y que tiene capacidad para dar "respuestas concretas a los problemas de la gente".

 

"El país ha dejado lo peor de la crisis. Pasamos de un Estado endeudado a otro que incluye; de uno que sólo generaba déficit a otro que tiene superávit", señaló Scioli.

 

Luego de la breve ceremonia en la Casa de Tucumán, el jefe de Estado se trasladó hasta la plaza Independencia para hablar al país, pero antes de hacerlo, junto a su esposa, hablaron por unos minutos con dirigentes de la asociación Madres de Plaza de Mayo.

 

En las casi tres horas en que estuvo en Tucumán, Kirchner estuvo acompañado por los ministros Aníbal Fernández (Interior), Carlos Tomada (Trabajo), Julio de Vido (Planificación Federal), Ginés González García (Salud) y Nilda Garré (Defensa), además del presidente de la Cámara de Diputados, Albe