El acto que selló el regreso de Néstor Kirchner a Rosario fue breve pero intenso, casi un estallido de la militancia que colmó el club Sportivo América, que no dejó un segundo de tocar los bombos y que generó algunos incidentes antes y después de los discursos. Los oradores fueron Agustín Rossi y el ex presidente, quien en apenas diez minutos defendió al gobierno nacional, llamó a profundizar el modelo, envió un mensaje a los productores agropecuarios y repudió las amenazas a Cristina Fernández, que Kirchner vinculó a los juicios contra los represores de la dictadura.

“Nos atacan no por lo que falta hacer o por lo que hicimos mal sino por lo que hicimos bien. Jamás nos van a perdonar haber terminado con la impunidad en la Argentina y allí lo está sufriendo la presidenta con amenazas permanentes”, aseguró Kirchner en su discurso que se inició a las 19.50.

“Jamás nos van a perdonar que aquellos que reprimieron al pueblo argentino están conociendo, sin venganza, el banquillo de la Justicia para que vaya retornando el sentido del cumplimiento de la ley, y no que haya privilegiados de ayer y de hoy”, agregó ante una nueva ovación de los presentes, en relación a las interferencias registradas en el helicóptero presidencial el viernes pasado.

Luego defendió la gestión kirchnerista y señaló: "Cuando vengo a la provincia de Santa Fe y a Rosario, vengo con la mirada de frente porque es una de las ciudades del país en la que mayor inversión hicimos, por más que muchos lo quieran ignorar. Las grandes obras que hay en Santa Fe las está haciendo la compañera presidenta desde el gobierno nacional”.

Mensaje a los productores

El diputado nacional reclamó a la ciudadanía que "dos o tres gerontes no nos dividan" y pidió a la dirigencia "basta de aturdir con peleas de poco vuelo". También le habló a los "productores agropecuarios". "No nos peleemos por dos o tres dirigentes que quieren hacer política, hagamos la gran política", les dijo.

"No hemos venido a levantar la mano contra nadie, hemos venido a ofrecer el corazón. La patria nos necesita a todos", aseguró. “Estamos dispuestos a gobernar muy fuerte estos dos años, pero pedimos a los argentinos que nos tiendan la mano", agregó y resaltó los avances del gobierno nacional -lo propio había hecho el otro orador de la noche, el titular de la bancada oficialista en la Cámara baja, Agustín Rossi, al rescatar el pago de 180 pesos a todos los niños del país y garantizar el sistema previsional para los ancianos-.

“No venimos a marcar ningún territorio. La provincia es de todos los santafesinos. El país es de todos los argentinos. Todos tenemos derecho a recorrerlo y transitarlo. No le den ninguna vuelta más, estamos acá porque nos comprometemos a continuar y seguir gobernando estos dos años le guste a quien le guste”, aclaró el Chivo sobre los motivos del acto, que el locutor definió como "fiesta del encuentro y la militancia".

Aunque él lo relativizó, Rossi realizó también una suerte de lanzamiento a la gobernación para el 2011.

El encuentro, que duró poco más de media hora y finalizó con la marcha peronista, tuvo lugar al anochecer en un gimnasio colmado de banderas que identificaban a distintos grupos como la JP Evita, Alternativa Popular, el peronismo de Pedro González de Villa Gobernador Gálvez y distintos sindicatos. Quizás por esa combinación de sectores no siempre afines se registraron corridas en la puerta, en Oroño y Tucumán, y dos incidentes dentro del estadio durante el acto. 

Después del acto -del que también participó el concejal Héctor Cavallero-, el ex mandatario se dirigió a una reunión con "más de 300 empresarios en Rosario para hablar de la economía y las perspectivas del país en los próximos años", dijeron desde la organización. Una versión más informal y entre dirigentes amigos se generó en la llegada de Kirchner al club, donde compartió un cortadito con intendentes y legisladores K locales.