La Corte Suprema de Estados Unidos examinará hoy la legitimidad de la detención de centenares de personas en la base naval de Guantánamo, territorio ocupado ilegalmente en el este de Cuba.
Será la tercera ocasión que la máxima instancia judicial de este país examina hasta donde llega el poder del presidente George W. Bush sobre los llamados prisioneros de guerra.
Los jueces pasarán revista al llamado caso "Boumediene contra Bush".
Un total de 36 prisioneros presentaron una querella ante la Corte Suprema para declarar inconstitucional una ley del Congreso de 2006 que regula el estatus de los detenidos en esa instalación y las modalidades de custodia y los juicios.
Los reos solicitan poder apelar ante un juez independiente su detención por tiempo ilimitado, algo que las autoridades norteamericanas se niegan.
Un tribunal estimó que el habeas corpus no se aplica a estas personas, porque son extranjeros detenidos fuera del país, lo cual es rechazado por los abogados, quienes afirman que la base de Guantánamo se rige por la ley de Estados Unidos.
El pleito es seguido muy de cerca por la Casa Blanca, el Capitolio, grupos defensores de los derechos humanos y organismos internacionales por las implicaciones que tiene.
Es el caso "más importante de la década", comentó el Centro para los Derechos Constitucionales, que coordina la defensa de los detenidos en esa base militar.
Si la Corte falla a favor de los detenidos entonces permitirá cuestionar los tribunales militares de excepción implantados por la Casa Blanca.