Tal como lo anunció la intervención de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) a comienzos de enero, este año se lanzó una campaña mucho más masiva de detección de “enganchados”, lo cual permitió identificar a una mayor cantidad de usuarios del servicio que “consumen energía no registrada”, según explicó el jefe de control de pérdidas de la empresa, Dante Adalia, a Rosario3.com.

La nueva operatoria –que incluye un software más sofisticado y la incorporación de personal destinado a las tareas de inspección– apunta a intensificar los controles frente al robo de energía que constituye, según la EPE, una causa importante de las fallas producidas en el sistema.

“Se está desarrollando un trabajo de inteligencia previo –describe Adalia– que direcciona las inspecciones de manera más precisa hacia los infractores”. Sin embargo, según contó Nancy Fedyszyn a Rosario3.com, en su cuadra Uriburu al 200 bis hay al menos seis personas enganchadas. De hecho, su historia va más allá porque cuando la EPE llegó al lugar para desconectar a los infractores, éstos la acusaron a ella de haberlos denunciado y la amenazaron de muerte. 

Por su parte, desde la empresa estatal aseguran que las nuevas herramientas de detección de enganchados permitieron recaudar en el mes de enero pasado un millón doscientos mil pesos (el doble que en enero de 2006) por actas de fraude, y se estima que la cifra total de recaudación de 2007, en ese concepto, rondará los 40 millones de pesos, ya que el trabajo más intenso con la totalidad de los inspectores en la calle comenzará en marzo.

Para ese mes, la empresa anuncia un “barrido” en las grandes ciudades –Rosario, Santa Fe y San Lorenzo, en especial– dirigido hacia los consumidores con capacidad de pago que se encuentran enganchados a la red de energía eléctrica.