En el marco del 15º aniversario del Día Internacional de la Lengua Materna que se cumple el 21 de febrero, impulsado por la UNESCO en todo el mundo, se destaca el trabajo de investigación titulado La Educación Intercultural Bilingüe en Argentina, compilado por Silvia Hirsch y Adriana Serrudo, especialistas en la materia.

Silvia Hirsch es doctora en Antropología Social (graduada de la Universidad de California, Los Ángeles) y Adriana Serrudo se graduó en la Universidad Nacional de Salta con el título de licenciada en Antropología. Juntas han desarrollado una compilación de textos de autores diversos y han sentado las bases del nuevo desafío que enfrentamos como sociedad para la inclusión educacional, social y cultural de los pueblos originarios.

Esta compilación está formada por trabajos basados en investigaciones de campo que brindan un análisis de las distintas experiencias y proyectos desarrollados en Argentina en distintos pueblos indígenas que incluyen a los wichí, los tobas, los chorotes, los tapietes, los guaraníes, los mapuces y los mbyá. La organización temática se estructura en ejes tales como la etnicidad, la interculturalidad y las políticas educativas, los procesos de cambio generados por la educación intercultural bilingüe y las lenguas indígenas en las prácticas escolares.

Las autoras del libro sostienen que la educación instrumentada por nuestro país se presentó como un complejo proceso de incorporación de ciudadanía y de transformación de sus vidas. Aclaran: “Por un lado, el aprendizaje del castellano, en cierta medida de la lectoescritura y otros conocimientos posibilitó que los grupos indígenas pudieran participar de modo más activo en la defensa y el reclamo de sus derechos; por el otro, esta misma educación trajo consigo una valoración negativa de su forma de vida, un forzado y paulatino abandono de la lengua propia o su reclusión al ámbito doméstico, como también una desvalorización de sus propias prácticas y modos de entender el mundo”.

Frente al proyecto educativo al que estuvieron sometidos los pueblos originarios y sus lenguas, que no contemplaba las diferencias culturales y/o lingüísticas, envolvente y poco o nada tolerante hacia la diversidad, las autoras sostienen que la implementación de programas o proyectos de Educación Intercultural Bilingüe, con todas sus limitaciones y deficiencias, viene a dar pasos en el reconocimiento de la multietnicidad y en la necesidad de desarrollar una educación que no solo incorpore sino que también respete la diversidad de sujetos sociales y culturales presentes en las escuelas del país. Sostienen: "Sin embargo, pese a estas mejoras educativas, a la presencia de un área dedicada incipientemente a la Educación Intercultural Bilingüe en Argentina en el Ministerio Nacional y en algunas provincias, a la creciente participación de los actores sociales en el devenir educativo de sus propias comunidades, el común denominador de la situación educativa de los pueblos indígenas sigue siendo la desigualdad social y, por tanto, educativa”.

Frente a las dificultades que atraviesan las escuelas, directivos y docentes del país, las especialistas suman un mensaje esperanzador: “Podemos decir que la práctica de la Educación Intercultural Bilingüe en la Argentina, aún con todas sus deficiencias y limitaciones, constituye un modelo alternativo a una educación normativista y a la construcción de una ciudadanía hegemónica y, en consecuencia, posibilita, aún incipientemente, el reconocimiento de la diversidad étnica, lingüística y cultural del país”.

Informes: Noveduc