Con la llegada de una nueva delegación de alumnos y docentes de la escuela alemana Carls Zeis Oberschule, este martes, a Rosario, el Complejo Dr. Francisco de Gurruchaga inicia una nueva etapa de intercambio cultural y escolar con la educación pública de ese país. El objetivo central de la experiencia iniciada en 2016, en conjunto con la ONG Unidos todos, apunta a lograr el aprendizaje de temas globales, el compromiso social de los jóvenes y la comprensión de otros modos de habitar el mundo.

El primer contacto del Complejo Gurruchaga en pos del intercambio cultural con Alemania, fue con la asociación civil rosarina Unidos Todos –que trabaja para eliminar las barreras socio-culturales que producen situaciones de discriminación– cuyos coordinadores, Matías De Volder y Paula Bonoris, son ex alumnos de la escuela. Esa entidad está hermanada con otra alemana, Bapob Ev, que a su vez mantiene vínculos con la escuela Carl Zeis Oberschule, de donde provienen los alumnos que llegaron a Rosario, como parte del intercambio.

La experiencia se lleva a cabo en el marco de un programa de intercambio escolar alemán (Ensa), con auspicio del Ministerio Federal para la Cooperación Económica y el Desarrollo de ese país europeo, que financió el viaje a Berlín para la delegación argentina, en 2017.

Según informó la escuela, “en esta oportunidad, la delegación alemana está conformada por siete alumnos, dos docentes y un representante de la ONG Bapob Ev, quienes se alojarán en los hogares de alumnos de 5° B del Complejo, sorteados ante escribano púbico”.

Las actividades previstas para recibir a la delegación alemana comienzan con un campamento a realizarse durante los días martes 6 y miércoles 7 de marzo, en Máximo Paz, donde los jóvenes participarán de una Jornada de alimentación saludable organizada por la Tecnicatura en Tecnología de los alimentos, del Complejo Gurruchaga.

Además, realizarán una visita guiada al Monumento Nacional a la Bandera y a otros puntos de interés de la ciudad de Rosario como el Acuario Municipal, el Planetario, el Museo de la Memoria y la Feria de artesanos. También asistirán a un espectáculo en el teatro La Comedia.

Para la directora del Complejo Gurruchaga, Marisa Amadeo, “la experiencia de intercambio es altamente significativa para dar cuenta de que podemos construir no sólo con cualquier escuela pública de nuestro entorno, sino también con otra escuela pública del denominado primer mundo”.

“Además –destaca Amadeo, en diálogo con Rosario3.com– jóvenes de diferentes lugares del mundo buscan nuestra escuela para realizar sus experiencias, lo cual nos permite relevar temas comunes a las dos realidades, como por ejemplo, el uso y cuidado del espacio público, la comunicación multimedial y en este encuentro sumamos el tema de los refugiados. A través de este proyecto, nuestros alumnos y alumnas tienen la valiosa oportunidad de viajar”.

“De cara a este año lectivo que comienza, y en relación con este proyecto, tenemos la expectativa de continuar trabajando para que tanto las alumnas y los alumnos, como las familias, sigamos construyendo y sosteniendo las escuelas públicas y que nos sensibilicemos sobre todas las posibilidades que la misma ofrece”, dice la directora y agrega que “nada sería posible sin el trabajo mancomunado de ONG Unidos todos y sin la colaboración de la Dirección Provincial de Educación Técnica y Educación Física, los supervisores, la Cooperadora del Complejo y las autoridades de todas las instituciones municipales que colaboran con la experiencia.

La profesora Estela Grisolía, docente de Cultura y estéticas contemporáneas –materia a partir de la cual se gestó el intercambio cultural– señaló: “la iniciativa comenzó a plasmarse en 2016, cuando con la Asociación Civil Unidos Todos nos planteamos trabajar en el aula algunos temas que le son propios a la ONG, como derechos humanos. Durante el año 2017, tuvieron lugar dos reuniones que prepararon y hermanaron a las instituciones que participan del proyecto. La primera reunión se realizó en Rosario y la segunda, en Berlín, pero el intercambio propiamente dicho comenzó este año con la visita de la delegación alemana a la ciudad”.

“El objetivo central del proyecto –según explica Grisolía– es el intercambio cultural, que movilice el aprendizaje de temas globales y consolide el compromiso social de los jóvenes, basado en el conocimiento y la comprensión de otros modos de habitar el mundo”.

A la hora de evaluar la iniciativa hasta el momento, la docente asegura que nada es más estimulante para el aprendizaje que la propia experiencia. “Es la vivencia la que nos permite mirar este mundo en constante cambio, desde distintas perspectivas, y la reflexión grupal la que fortalece el compromiso activo de los jóvenes con su entorno y los convierte en protagonistas de una posible transformación”, afirma convencida, y apunta que en 2017 vinieron a Rosario dos alumnos, dos profesoras y dos representantes de la ONG alemana a Rosario, y en mayo viajó la delegación rosarina a Berlín. “Ahora –dice– empieza el intercambio cultural efectivo.