La Fiscalía de Düsseldorf no abrirá un sumario contra la cantante estadounidense Madonna por la polémica suscitada por la crucifixión que la cantante escenificó anoche en el concierto que ofreció en esta ciudad del oeste de Alemania.

Johannnes Mocken, portavoz de la fiscalía de Düsseldorf, aseguró que la controvertida escena de la crucifixión es "polémica, pero no punible".

Madonna, de 48 años, representó el domingo ante 45.000 personas en la Arena de Düsseldorf la escena de la crucifixión de Jesucristo en una enorme cruz con una corona de espinas en la cabeza, lo que muchos cristianos consideran una provocación.

Al cantar el tema "Live to tell", la cantante "crucificada" recordó con imágenes proyectadas en una pantalla gigante de vídeo a los 12 millones de niños que han muerto de sida en Africa y comparó el sufrimiento de Jesucristo con el de los huérfanos causados por esta enfermedad.

La Iglesia Católica alemana criticó duramente a Madonna por la polémica escena de la crucifixión.

"Presentarse como Jesucristo es de una insolencia sin igual", juzgó un portavoz del arzobispado de Colonia.

El concierto de Madonna ayer domingo en Düsseldorf fue el primero de los dos conciertos que ofrecerá la cantante estadounidense en Alemania dentro de su gira mundial "Confessions".