Dos iniciativas que buscan regular aspectos del ejercicio de la prostitución en la ciudad llegarán esta semana a la Legislatura Porteña. Una propone legalizar la actividad puertas adentro y obligar a las trabajadoras sexuales a tener una libreta sanitaria; la otra, crear zonas rojas junto con un registro de meretrices.

En la Capital, el diputado Rodrigo Herrera Bravo (CPC) ingresó su nuevo proyecto en la comisión de Salud de la Legislatura, por el que crea una libreta sanitaria obligatoria para meretrices y travestis, habilita en los hospitales porteños un servicio de control profiláctico sanitario para la realización de exámenes periódicos, regula los locales en los que la actividad es ejercida y crea una unidad de inspección de profilaxis en el ámbito del gobierno de la ciudad.

La iniciativa también establece normas de seguridad e higiene para la habilitación y el funcionamiento de casas de citas, confiterías y bares con oferta sexual, y confiterías y bares con alojamiento temporario para el ejercicio de la prostitución (saunas).

"Mi intención es terminar con los negocios que rodean la prostitución y con la explotación de la mujer", explicó Herrera Bravo.

Por otro lado, aseguró que pretende ocuparse de proteger la salud en el comercio sexual.

El legislador propone fuertes penas para los infractores. Para las meretrices y los travestis que no posean libreta, porten una libreta vencida o no se hayan practicado los exámenes clínicos, estima una multa de entre 800 y 3.000 pesos. Para los encargados de locales que violen las disposiciones contenidas en la norma, será de entre mil y  4 mil, con la accesoria de clausura si falta la habilitación del comercio o si hay menores de 18 años en el establecimiento.

El kirchnerista Rebot busca "brindar protección a la persona que se prostituye contra la trata de blancas, la policía y las organizaciones mafiosas y a un cuidado de la salud pública desde el Estado, que no puede seguir haciendo la vista gorda. Pretendo autorizar su ejercicio en determinadas condiciones, determinados lugares y determinados horarios".

En ese sentido, la iniciativa obliga a meretrices y travestis a estar inscriptos en un registro para que puedan aspirar a subsidios entregados por el Estado para cursos de capacitación, con el propósito de abandonar el comercio sexual, acción que se cristalizará por medio de la comisión de protección al trabajador sexual que se creará.