Como parte de un convenio ya existente entre la Municipalidad de Rosario y la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), la semana próxima volverán a reunirse representantes de la secretaría de Planeamiento municipal y los equipos de trabajo de esa casa de estudios, a fin de avanzar en la concreción de un diseño urbano que contemple no sólo las necesidades de las empresas constructoras, sino también la opinión de los vecinos.

En el último año, la dirección de Obras Particulares de la Municipalidad otorgó casi 4.000 permisos (entre demoliciones, edificación de obras nuevas y ejecución de mejoras a obras ya realizadas) y se espera que durante 2007 se registre una cifra similar o superior.

A nivel nacional, la construcción creció en el primer mes del año un 18 por ciento y según estimaciones oficiales, las perspectivas son auspiciosas y el impulso estará dado por los espacios comerciales, corporativos, industriales y logísticos.

“En Rosario, la mayor cantidad de obras nuevas (incluidos los edificios de gran altura) se registraron durante 2006 en las zonas primera (delimitada por Oroño, Pellegrini y el río), segunda (Pellegrini, 27 de Febrero y el parque Independencia), octava y novena (parque Independencia, Oroño, Francia y el río)”, explicó el arquitecto Eduardo González, a cargo de la Dirección General de Obras Particulares, a Rosario3.com.

“A raíz de la creciente demanda para seguir construyendo, están en marcha los estudios para analizar la caracterización y el entorno de cada barrio, la presencia de instituciones y también la opinión de los vecinos, sobre todo en las zonas más solicitadas”, aclaró la arquitecta Mirta Levín, secretaria de Planeamiento municipal, tal como ya se hizo en el barrio de Pichincha, en el Pasaje Monroe y en Oroño.

Y desde la Universidad ratificaron el objetivo. “La idea es mejorar la regulación”, dijo a este medio el arquitecto Fernando Boix, integrante del equipo de actualización normativa de la facultad de Arquitectura, quien se reunirá junto al resto de los equipos de trabajo a partir de la semana entrante con representantes del municipio.

“A pedido expreso del intendente y del Concejo municipal, además de las comprobaciones, la verificación de las alturas ya existentes y la ponderación de lo que se considera patrimonio histórico o cultural de Rosario, se informará y se consultará a la población, tal como se hizo con Pichincha”, agregó Boix, quien detalló las zonas que podrían ser prioritarias: barrio Parque y el cinturón que rodea al centro de la ciudad.