El primer ministro israelí, Ehud Olmert, eludió contestar a la exigencia del secretario general de la ONU, Kofi Annan, de que Israel levante el bloqueo aéreo y marítimo a Líbano, pese a que subrayó su vital importancia para el proceso de paz.

Annan reiteró, en una conferencia de prensa conjunta con Olmert, su exigencia de que Israel levante el asedio a Líbano y recordó su importancia para la recuperación de la economía libanesa y para reforzar la posición del gobierno libanés.

Annan afirmó que las autoridades libanesas le han dado garantías de que están tomando las medidas necesarias para frenar el contrabando de armas y expresó su confianza en esa promesa.

Israel ha reiterado, desde que fue acordado el alto el fuego, que no levantaría el bloqueo hasta que fueran desplegadas las tropas internacionales en la frontera entre Líbano y Siria para impedir el aprovisionamiento de armas por parte de la milicia libanesa de Hezbolá.

En la conferencia de prensa conjunta, el primer ministro israelí no respondió a las exigencias de Annan para el levantamiento del asedio, y cuando fue preguntado al respecto por un periodista hizo únicamente un llamamiento a la aplicación en su totalidad de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU 1.701.

La resolución 1.701 dio paso al alto el fuego entre Israel y Líbano que comenzó el pasado 14 de agosto.

"La comunidad internacional no debe desviar su atención" hasta que ese objetivo se logre, dijo el primer ministro israelí.

Olmert afirmó que espera que el acuerdo de alto el fuego constituya el comienzo de una nueva realidad para Israel y el Líbano.

"Espero que las condiciones cambien rápidamente, que permitan un contacto directo entre el Gobierno de Israel y el Gobierno de Líbano para alcanzar, espero, un acuerdo entre ambos países", añadió Olmert.

Ello supondría, explicó, "la base para construir una nueva realidad entre Israel y Líbano".

Por otro lado, Annan reiteró su compromiso de hacer todo lo que pueda por lograr la liberación de los tres soldados israelíes capturados por las milicias de Hezbolá en Líbano y Hamas en Palestina.

"Yo también soy marido y padre y entiendo el dolor de las familias", dijo.

Annan apuntó en su visita a Líbano exigió a sus autoridades la puesta en libertad inmediata y sin condiciones de los soldados israelíes y destacó que está convencido de la seriedad del liderazgo libanés en su voluntad para resolver este asunto.

El secretario general de la ONU dijo que, en su opinión, los dos soldados capturados por Hezbolá, el pasado 12 de julio, siguen con vida.

"Durante mi estancia en Líbano hablé sobre el asunto con los más altos dirigentes del gobierno y con ministros de Hizbulá en el Gobierno y no tengo ninguna razón para pensar que no siguen con vida", dijo.

También expresó su compromiso de hacer todo lo posible para posibilitar la aplicación completa de la resolución de la ONU 1.701 y expresó su satisfacción con la decisión de los países europeos de enviar soldados para las fuerzas de interposición de la ONU en Líbano, cuyo despliegue precede a la retirada de las tropas israelíes del sur de Líbano.

Tras su entrevista con el ministro de Defensa israelí, Amir Peretz, Annan dijo que Israel era hasta el momento el responsable de la mayoría de las violaciones del alto el fuego.

En respuesta a una pregunta sobre su visita a Teherán, Annan afirmó que "las declaraciones del presidente de Irán (Mahmud Ahmadineyad, contra Israel) son inaceptables. Israel es un miembro de la comunidad internacional reconocido por la ONU y tiene derecho a la seguridad".

Y agregó que "no se pueden decir estas cosas. No obstante, no se puede acabar con Israel con declaraciones".

Annán señaló que tiene que hablar de muchas cosas con el dirigente iraní y que en su puesto como secretario general de la ONU no tiene otra forma de influir que por medio del diálogo.