El surcoreano Ban Ki-moon juró este jueves su cargo como secretario general de la ONU y se comprometió a recuperar la confianza en el organismo mundial y en avanzar en la agenda de la seguridad, el desarrollo y los derechos humanos.

El acto de juramento se realizó en una ceremonia, en la que previamente se rindió tributo a la labor del secretario general saliente, el ghanés Kofi Annan, de 68 años, quien a finales de mes finaliza su mandato, después de diez años al frente de la ONU.

Ban, de 62 años, juró el cargo ante la presencia de los representantes de los Estados miembros y de los presidentes de los distintos órganos de la organización mundial.

La presidenta de la Asamblea General, Haya Rashed Al Khalifa, expresó su confianza de que Ban, diplomático de carrera y ex ministro de Asuntos Exteriores surcoreano, "liderará la organización, con determinación e integridad".

"No es sólo un reflejo de sus valores asiáticos, sino su fe en la familia de la ONU y su compromiso personal para garantizar de que se cumplan sus principios y valores universales", declaró.

Los tres grandes desafíos, cuando asuma sus funciones el primero de enero, serán continuar con la reforma del Secretariado, trabajar para limar las diferencias entre los Estados miembros, así como fortalecer la capacidad y eficiencia de las actividades del organismo internacional, según destacó la presidenta de la Asamblea.

"Mientras se prepara para asumir con sus responsabilidades y deberes, hago un llamamiento a todos los Estados miembros para ofrecerle el mayor apoyo y cooperación posible", apeló.

Después del acto breve de jura del cargo, Ban se dirigió a los representantes de los Estados miembros, a quienes les dijo que para él es un honor "seguir los pasos" de su predecesor, Kofi Annan.

El diplomático surcoreano alabó el trabajo de Annan diciendo que ha contribuido a "dar a la ONU una nueva relevancia para los pueblos del mundo" y que está preparado para continuar con su legado.

Subrayó que, debido a que su proceso de elección fue rápido, ha podido disponer de dos meses de preparación para su nuevo trabajo y de ver la profesionalidad y la dedicación de los empleados de la ONU.

Ban señaló que una de sus principales tareas cuando empiece a trabajar serán "dar nueva vida e inyectar una renovada confianza al Secretariado".

Al mismo tiempo, indicó que aplicará los más altos estándares de eficiencia, competencia e integridad, así como se asegurará de que que se trabaje con transparencia y profesionalismo.

"Es el momento de instaurar una nueva relación entre el Secretariado y los Estados miembros. Empecemos primero por decir lo que pensamos y hacer verdaderamente lo que decimos", declaró.

Reconoció que no se puede cambiar las cosas en un día y que hará falta un diálogo sostenido y la colaboración de todos para lograr estos objetivos.

En este sentido, afirmó que su intención es convertirse en un catalizador, "un constructor de puentes", y aseguró que estará accesible en todo momento tanto a los Estados miembros como al personal de la ONU.

"Haré todo lo posible en mis manos para garantizar que la ONU está a la altura de su nombre y se mantiene unida para poder cumplir con las esperanzas que han depositado en la institución muchas personas de todo el mundo, lo que es único en los anales de la historia", concluyó.

Fuente: EFE