Sigue preocupando la crecida de la laguna La Picasa en el sur santafesino y el norte de Buenos Aires. Con varias localidades amenazadas, rutas cortadas y pérdidas de productores, el panorama está lejos de solucionarse.

Un equipo del programa Telenoche (El Tres) recorrió la zona y pudo constatar el avance de las aguas. En un primer informe emitido este lunes se pudo ver la situación desde el campanario de la iglesia de Aaron Castellanos. También se observa cómo el agua tapó parte de la ruta nacional 7, que permanecía cortada al tránsito.

La Municipalidad de Venado Tuerto advirtió que el corte de tránsito en la laguna La Picasa generó un colapso de vehículos en las rutas alternativas, y pidió ayuda al gobierno nacional.

“La ciudad sufre las consecuencias de un notorio incremento vehicular, dado el corte de tránsito que sufre la ruta 7 por la crecida de la laguna La Picasa”, dijo a la prensa el secretario de Desarrollo Productivo de la municipalidad de esa localidad, Darío Mascioli.

El funcionario hizo referencia a la ruta 8, a la altura de Venado Tuerto, que se encuentra colapsada por el transito pesado.

En ese sentido, Mascioli reclamó “que las autoridades nacionales llamen en forma inmediata a licitación por las obras de desvío de la traza de la ruta 8, o en su defecto ofrezcan otro tipo de alternativas”.

De éste modo, el secretario consideró que el incremento de vehículos en la región, “pone en riesgo la integridad física de quienes cruzan esa vía que hoy quedó en medio de la zona urbanizada, separando un barrio en el que hay tres escuelas, dos clubes, un hipermercado, entidades de bien público, depósitos y comercios varios”.

Además, Mascioli desestimó la recuperación de la ruta 7 en el corto plazo, por lo que adelantó que “la actual ruta 8 no resistirá mucho más tiempo el caudal de tránsito que hoy la recorre”.

El presidente de la Cuenca Laguna La Picasa, Juan Carlos Duhalde, precisó que la última medición realizada en el lugar, indica que “el nivel de la laguna llegó a 105,10 metros sobre el nivel del mar”, por lo que si no se detiene “podría inundar a la ciudad bonaerense de Junín, y pueblos vecinos de esa jurisdicción”.