La Unión Cívica Radical dio el paso formal para abandonar la Mesa del Diálogo que impulsó el oficialismo con un comunicado lapidario. "El diálogo convocado por el gobierno fue la bala de plata: la gastó", sostuvo el radicalismo.

El radicalismo sostuvo que sus dirigentes fueron al diálogo de buena fe, pero que el gobierno jamás apostó a que de allí saliera algo fructífero sino a la dilación.

"Ante los nulos efectos" de la iniciativa es evidente que "convocar al diálogo para ganar tiempo ha sido una maniobra perversa que buscaba legitimar la hegemonía K, pero en realidad contribuyó a perder oportunidades y aumentar el descrédito", sostiene el documento.

Así, el comunicaod firmado por el presidente partidario Gerardo Morales adhirió a los argumentos por los cuales Elisa Carrió ni siquiera se sentó a la mesa con el gobierno.

"El menosprecio al pueblo vuelve con contundencia. La Argentina está al borde de un colapso social", indica la declaración.