Los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea acordaron una reducción de "al menos" un 20 por ciento en las emisiones de gases de efecto invernadero en la región para el año 2020, en el marco de los esfuerzos contra el cambio climático.

El titular alemán de Medio Ambiente, Sigmar Gabriel, aseguró que los 27 ministros de esa área apoyaron un compromiso vinculante para disminuir unilateralmente las emisiones del bloque al menos un 20 por ciento para 2020 con respecto a los niveles de 1990.

El Consejo de Medio Ambiente respaldó además elevar ese recorte al 30 por ciento en el caso de que otros países industrializados asuman un compromiso similar en el marco de un acuerdo internacional. Los citados objetivos serán trasladados a los jefes de Estado de la UE para que puedan respaldarlos en la próxima cumbre europea de marzo.

"En cuanto a estos dos objetivos, estamos de acuerdo", señaló el ministro alemán, quien preside actualmente la UE. Esos compromisos serán obligatorios, explicó, aunque agregó que todavía hay diferencias entre los estados miembros es "la manera de repartir las cargas o cómo se distribuirán los esfuerzos dentro de la región".

Estos objetivos se han planteado sobre la base de la estrategia negociadora de la Unión Europea, en busca de un acuerdo global para reducir las emisiones de gases después de 2012, cuando expira el primer periodo del Protocolo de Kyoto sobre el cambio climático.

"Me siento muy optimista por el hecho de que todos los estados miembros hayan apoyado nuestra propuesta y la necesidad de la Unión Europea para continuar con su liderazgo en la lucha contra el cambio climático", explicó el comisionado de Medio Ambiente, Stavros Dimas.

No obstante, varios países matizaron su apoyo pidiendo concesiones para hacer menos severas sus reducciones. Fuentes comunitarias señalaron que los países que están planteando más "problemas" en el debate sobre los futuros compromisos de la UE son Polonia, Hungría y Finlandia.

Por otra parte, la ministra española Cristina Narbona señaló que las negociaciones son complejas porque cada país quiere que se contemple su situación específica y recordó que España es uno de los estados que desean un reparto más equitativo de las cargas.

"Tenemos que hacer más todos los países de la UE en relación al cambio climático y repartir entre todos el esfuerzo común, teniendo en cuenta las especificidades de cada país", señaló Narbona.

A España le interesa que se tenga en cuenta el criterio de las emisiones per cápita, ámbito en que está por debajo de la medida comunitaria, mientras que los países de la adhesión se oponen a la inclusión de ese principio.