Practicar ejercicios controlados regulares durante el embarazo es uno de los modos de reducir la aparición de presión arterial alta durante el embarazo y evitar posibles riesgos para la mamá y el bebé.

La hipertensión arterial es una disfunción del cuerpo que aparece más comúnmente al acercarse la fecha del parto. Si bien no está claro por qué algunas mujeres padecen de tensión alta durante el embarazo, se barajan algunas hipótesis.

Una de ellas señala que en algunas futuras mamás, las células de la placenta producen sustancias químicas llamadas vasoconstrictoras que pueden hacer que los vasos sanguíneos se contraigan. Por lo tanto, esto podría aumentar la tensión arterial y provocar que los riñones retengan sodio, lo que conduciría a la retención de líquidos.

La hipertensión arterial es más común que la padezcan mujeres que tienen su primer hijo, especialmente si son mayores de 35 años, y también aquellas que tienen un embarazo múltiple.

Esta dolencia puede presentarse de manera leve o grave, acompañada o no por dolores de cabeza, molestias de visión y vómitos. Asimismo, puede estar unida a retención de líquidos, hinchazón de pies, y tobillos.

Su falta de tratamiento puede provocar un retraso en el crecimiento del bebé, al reducirse el riego sanguíneo al útero y al dificultársele la suficiente llegada de oxígeno.

Por esta razón, resulta importante reducir al mínimo esta disfunción. Para este fin, la práctica regular de ejercicios físicos es una de las maneras que pueden disminuir su presencia. Mediante ejercicios específicos se pueden revertir la hipertensión arterial y sus consecuencias.

Fuente: Materna Argentina