La investigación fue realizada por la organización “Poder Volar” y se encuestaron a 424 personas con estrés aeronáutico para conocer más en profundidad el origen de sus miedos y desarrollar nuevas técnicas y recursos para superar la fobia.


En cuanto al perfil de los encuestados, la investigación reveló que el mal afecta principalmente a personas de mediana edad que están atravesando la etapa productiva y reproductiva de su vida: el 38% de las personas con miedo a volar tienen entre 26 a 35 años y el 29% entre 36 y 50 años.

Otros momentos críticos del vuelo para quienes padecen aerofobia son el despegue (10,5%), el aterrizaje (2,8%) y los ruidos (1,4%), mientras que el 3% le teme a que se produzca un problema con el motor.

Otro de los datos que arrojó el estudio tiene que ver con la automedicación. El 16,7% reconoce que se automedica y el 7,5 toma medicamentos recetados por un psiquiatra.

En cuanto a la actividad de los encuestados, el 42,7% dijo ser empleado, el 32,8% trabaja en forma independiente y el 11% son estudiantes. El 56,4% está casado o en pareja y el 32,5 es soltero.

Asimismo, el 57,8% de los encuestados son mujeres, lo que indica que la aerofobia afecta principalmente a las mujeres, o al menos son ellas las no sienten vergüenza a la hora de reconocer públicamente su patología.

Al momento de elegir una aeronave que les trasmita seguridad, el 44% identificó como medianamente seguros a los aviones de Embraer, el 43,7% identificó a la empresa Airbus y el 42,9% a Boeing.

Fuente: Telam