Lo que parecía una frase polémica de Elisa Carrió, descolgada de la agenda, se volvió una secuencia inesperada con un cruce mediático y bizarro con un mozo.

Paso uno. La diputada nacional recomendó a la clase media y media alta “dar propinas” para reactivar la economía, golpeada por la crisis cambiaria y la incipiente recesión. Fue en una entrevista en TN el lunes a la noche.

Paso dos. Franco, un mozo de La Plata, recordó el martes que atendió a Carrió y fue poco generosa con la propina. Le dejó solo cinco pesos en una comida en la que gastó unos 300, cuando en ese lugar se acostumbra llegar al 10 por ciento. Fue hace un año y medio en el bar Drack, cercano al Parque San Martín de esa ciudad.

Paso tres. En lugar de desmentir el testimonio del trabajador del comercio, Lilita hizo uso del “derecho a réplica” para aclarar que le dio cinco pesos pero “por un café y dos tostados”.

“Era la única plata que tenía le mostré la billetera y le pedí perdón, cuando vuelva a La Plata (o sea 200 km) le voy a llevar más”, agregó este miércoles vía Twitter y en respuesta a Clarín, uno de los medios que publicó el testimonio del mozo.