Las acciones chinas se recuperaron hoy tras la mayor caída en diez años registrada ayer, y los dos mercados de valores del país cerraron con ganancias y volumen de negocio alto. El índice general de Shanghai (acciones convertibles y no convertibles) subió 109 puntos respecto a la jornada anterior -un aumento del 3,94 por ciento- y cerró con 2.881 puntos.

En Shenzhen, el índice general subió 248 puntos en relación a la última sesión, un 3,19 por ciento más, y cerró con 8.039 puntos. El volumen de negocios conjunto de ambas bolsas se cifró en 136.080 millones de yuanes (17.585 millones de dólares).

En tanto, las bolsas europeas caían en las primeras operaciones de hoy y borraban todas las ganancias logradas desde comienzo de año, ante una tendencia vendedora global que se acentuó después de los abruptos descensos en los mercados de Estados Unidos y Asia.

Los mercados del Sudeste Asiático y el Pacífico mantenían a las 13.00 hora local notables pérdidas, arrastrados por la caída en las bolsas de Estados Unidos y Malasia y Singapur, cuyas bajadas siguen superando el 5 por ciento.

Australia y Nueva Zelanda también sintieron el desplome de Nueva York y sus mercados cedieron cerca del 3 por ciento en la primera media hora de negociación, pero a medida que fue avanzando la jornada redujeron sus pérdidas por debajo del 2,5 y 1,5 por ciento, respectivamente.

Los parqués del Sudeste Asiático y el Pacífico, al igual que los del resto del mundo, se han visto contagiados por la caída ayer de más de 400 puntos del índice Dow Jones de Wall Street, debido al temor a que China imponga medidas contra la especulación financiera.

Se desencadenó una tendencia generalizada de ventas en los mercados de valores de todo el mundo después de que el Gobierno chino anunciara, sin dar muchos detalles, la creación de un grupo de trabajo que estudiará medidas contra la especulación financiera.

La caída de la bolsa neoyorquina arrastró también a los mercados europeos y latinoamericanos, que también se vieron afectados por la advertencia del ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, de que la economía estadounidense podría caer en recesión para finales de año.