La bomba que fue encontrada en la puerta del banco Macro de Ovidio Lagos y Saavedra y que fue detonada más tarde en un basural era “un explosivo con poder de daño muy grande” y hasta potencialmente “mortal” en caso de presencia humana en el lugar, según afirmó el subjefe de la Policía local, Hernán Brest.

El comisario dijo a Rosario3.com que el proyectil antitanque de unos 40 centímetros de largo al ser detonado por personal de la Brigada de Explosivos en un montículo de basura dejó un cráter de un metro de profundidad.

Brest estimó que en caso de explotar en el banco tenía la capacidad de dañar la infraestructura e incluso provocar víctimas.

El subjefe de la Policía señaló que para los especialistas no fue sencillo maniobrar el artefacto por lo que sólo un conocedor podría haberlo detonado. No descartó la presencia de un sistema de batería o de señal externa con capacidad para hacer explotar el proyectil.

Para Brest, la bomba, que es parte del equipamiento del Ejército nacional, tuvo como objetvo “intimidar” y no provocar un atentado, aunque los investigadores no descartaban ninguna hipótesis este miércoles a la tarde.

Una bomba y falsas alarmas

El paquete con carga explosiva que fue dejada en la sede del banco Macro fue detonada cerca de las 9.30, en un terreno baldío en Puente Gallego. Se trataba de un proyectil antitanque que esta mañana, a las 6, fue depositado en la puerta del edificio ubicado en Ovidio Lagos y Saavedra. Un fuerte operativo se desarrolló en la zona y el tránsito fue interrumpido en las calles aledañas, de acuerdo a lo que anticipó el periodista Héctor López en Radio 2.

Poco después de la detonación, cerca de las 10.30, otro paquete sospechoso –una caja envuelta en papel de diario– fue dejado por un hombre en moto en la puerta del Banco Galicia de Mendoza y Alvear. Hacia allí se dirigió personal de la Brigada de Explosivos, que en el interior del paquete que sólo había basura: pasto, resto de revistas, y una botella plástica entre otros elementos. La habían dejado en la vereda, al lado del edificio.

Muy similar fue lo que pasó, al mediodía en la sucursal del Banco Macro de Funes. También allí apareció en la vereda un paquete sospechoso. Pero cuando la Brigada de Explosivos, solicitada como nunca, llegó allí, también se encontró con que en la caja sólo había basura.