Los niños que han nacido con una cabeza mucho más pequeña que el promedio, tienen más probabilidades de problemas neurológicos y cognitivos y deberían ser evaluados para detectarlos, según sugieren nuevas directrices.

Las directrices, desarrolladas por la American Academy of Neurology (Academia Estadounidense de Neurología) y la Child Neurology Society (Sociedad de Neurología Pediátrica), aparecen en la edición del 15 de septiembre de Neurology.

Aunque no es un problema en sí mismo, los niños que tienen la afección están en mayor riesgo de epilepsia, parálisis cerebral, retraso cognitivo, dificultades de aprendizaje, retraso mental y trastornos oculares y auditivos, explicó en un comunicado de prensa el doctor Stephen Ashwal, neurólogo pediatría de la facultad de medicina de la Universidad de Loma Linda, California.

"El cuarenta por ciento de los niños que tienen microcefalia también tiene epilepsia, el veinte por ciento también tiene parálisis cerebral, el cincuenta por ciento también tiene retraso mental, y entre el veinte y el cincuenta por ciento también tiene problemas oculares y auditivos", señaló Ashwal.

"Por estas razones, es necesario que los médicos reconozcan la microcefalia y examinan al niño para detectar estos problemas relacionados, que con frecuencia exigen tratamientos especiales", señaló Ashwal, autor líder de las directrices. "Ésta es una recomendación importante y le permite a los médicos ofrecer consejos y asesoría más precisos a las familias que tienen un niño con microcefalia".

La evaluación con escáneres cerebrales como la IRM o la TC puede estar justificada, aseguró Ashwal. Las pruebas genéticas podrían ayudar a determinar las causas de la microcefalia.

Aunque un tamaño reducido de la cabeza podría ser hereditario, los padres deben hacer que sus hijos sean evaluados para detectar las demás afecciones. Los pediatras también deben saber acerca de una historia familiar de enfermedades neurológicas, anotó el investigador.

No todos los niños cuya cabeza es de tamaño inferior al promedio tienen eventualmente problemas de salud o de aprendizaje. "Se debería anotar, sin embargo, que algunos niños que tienen la cabeza pequeña tienen un desarrollo normal y no desarrollan afecciones relacionadas o problemas", señaló Ashwal.

Fuente: Health Day