Los fumadores habituales residentes en la ciudad de Delray Beach, al norte de Miami (Florida), no podrán aspirar a cargos públicos, según la disposición puesta en marcha por el ayuntamiento de esta urbe.

La polémica medida, que entró este miércoles en vigencia, tiene como objetivo "reducir el impacto negativo" del tabaquismo entre los empleados públicos de la ciudad e impulsar un estilo de vida más sano.

Al parecer, los funcionarios públicos que fuman habitualmente pueden costar a las agencias gubernamentales locales miles de dólares debido a gastos por discapacidad o problemas de salud causados por el tabaquismo.

En ese sentido, el ayuntamiento de Delray Beach señaló hoy que esta política administrativa supone el "compromiso firme" de la ciudad por "reducir los costos de seguros médicos y asistencia".

La medida fue acordada el 5 de julio pasado por la Comisión de esta ciudad de 60.000 habitantes, situada en el condado de Palm Beach, con el argumento, entre otros, de que servirá para mantener bajos los precios de contratación de seguros médicos, aunque esta medida no afectará a los empleados públicos fumadores ya en ejercicio.

"Los empleados públicos contratados ahora tendrán que pasar una revisión médica" para detectar cualquier indicio de tabaquismo. Además, los empleados no podrán fumar durante el tiempo que desempeñen su puesto. De no obrar así, estarían sujetos a despido, señaló el ayuntamiento de la citada ciudad en un documento público.

Todos los que presenten solicitud para algún puesto en la administración de la ciudad tendrán que cumplimentar un formulario y firmar una declaración jurada de que no son fumadores.

En la declaración jurada, a la que tuvo acceso Efe, se prohíbe fumar cigarrillos, puros y pipas e incluso tabaco de mascar o para inhalar por la nariz.

Fuente: EFE