La comunidad científica ya demostró que la adicción a la cocaína provoca cambios de larga duración en la expresión de los genes dentro de este sistema de circuitos y en su habilidad para adaptarse a nuevas condiciones. Pero estos cambios pueden encontrarse también en algunos efectos de comportamiento de la adicción a la cocaína.

El equipo estadounidense, integrado por investigadores Escuela de Medicina de Nueva York, del MIT (Massachusetts Institute of Technology) y de la Universidad de Texas y coordinado por el científico Ian Maze, analizó en ratones algunas de las interacciones moleculares que se llevan a cabo en los cromosomas de las neuronas cerebrales, y que afectan a la expresión de varios genes.

De esta forma, descubrieron que la exposición crónica a la cocaína genera reducciones en el núcleo accumbens, “una metilación de histona y lisina”, es decir, una modificación bioquímica de los cromosomas. La metilación de histona y lisina aumentó la plasticidad de ciertas neuronas, que se vuelven “anormalmente propensas” a conectarse una con otra. También provocó la preferencia de los ratones por la cocaína.

“Una mejor comprensión de los genes que son regulados por estos procesos puede ayudar en el desarrollo de tratamientos más efectivos para trastornos adictivos”, explica el equipo.

Fuente: Plataforma SINC - Servicio de Información y Noticias Científicas