La crisis del transporte, o mejo dicho cómo solucionarla, volvió a ser motivo de controversia entre el oficialismo municipal y la oposición. Es que mientras desde el socialismo se insiste en la necesidad de aumentar la tarifa para achicar en parte el desfase, estimado en 50 centavos, entre el costo real de cada pasaje y el valor del boleto, desde el peronismo se sostiene que el sistema en sí “se ha derrumbado” y que es necesario un replanteo “integral”.

Ambas posturas quedaron expuestas luego de una reunión en el Concejo en la que participaron ediles, autoridades municipales, directivos del Ente del Transporte de Rosario (ETR), titulares de las concesionarias de colectivos –entre los que queda sólo una empresa privada– y dirigentes gremiales.

Desde el socialismo, Manuel Sciutto consideró que el desfase de 50 centavos entre el costo real y la tarifa del pasaje es un punto central del problema. El concejal consideró que un aumento del boleto lo podría solucionar en parte –la idea es aplicar una suba de 20 centavos– y que habría que buscar otras medidas alternativas.

Pero desde la oposición, María Eugenia Bielsa consideró que el aumento de la tarifa “no tiene ningún sentido” sin una reforma integral del sistema.

En ese sentido, su compañero en la bancada Encuentro por Rosario planteó una alternativa al actual sistema de transporte urbano de Rosario que, para el dirigente justicialista, “está en estado terminal”. De acuerdo a lo que explicó, la propuesta de su bloque Encuentro es cambiar el modelo y que el Estado pague a las empresas por kilómetro recorrido.

“Hay que darle una vuelta a la situación que es terminal, se va desmoronando día a día” y señaló: “Hay que ir a un modelo nuevo, con un rol del Estado mucho mayor porque el problema es que hasta ahora se ha pensado en un modelo mixto donde la ganancia es un ingrediente importante”.

En ese sentido, el edil impulsó la posibilidad que “el Estado pague a las empresas por kilómetro recorrido” y explicó: “Esta nueva modalidad implicaría que no hay líneas más o menos rentables por la cantidad de pasajeros sino que habría más equidad”. Además, indicó que el Estado también podría financiar un pasaje de colectivo “obrero”.

Rosúa advirtió que es necesario pensar en “un modelo alternativo” que se extienda hasta el fin de las concesiones licitadas. “También hay que pensar en un modelo diferente que cambie la visión de la rentabilidad, que ya no sería el elemento central sino que sería la exigencia de prestar un servicio, sea rentable o no”, indicó y destacó: “El Estado tiene que promover que la gente tome el colectivo”.

En cuanto a la posibilidad de que el precio del boleto sea incrementado a $1,80, señaló: “Hay que buscar otro financiamiento, sacar dinero de otro lugar, de la Nación, la provincia o la Municipalidad porque el vecino ya no puede seguir pagando”. Finalmente, observó: “Ya se ha demostrado que aumentar el precio del pasaje tiene un impacto negativo, menos rosarinos toman transporte”.