Según un estudio reciente, el concepto de familia que tenga la madre también puede tener un efecto positivo en la salud de los hijos. El hecho de que este efecto sea independiente de la circunstancia familiar real de cada mujer sugiere que existiría un vínculo entre la cultura y la salud, y que los recursos culturales pueden ayudar a transmitir una buena salud de generación en generación.

Al menos eso es lo que sugieren los resultados de una investigación realizada por científicos de la University of Southern California (USC), en Estados Unidos, de los que cabría inferir que existe un vínculo entre la cultura y la salud.

Según declaraciones de la autora principal del estudio, la profesora de la Escuela de gerontología de la USC, Cleopatra Abdou, aparecidos en un comunicado de la USC: “ya se sabía que el apoyo social entraña implicaciones profundas para la salud. Sin embargo, en este caso, de lo que se trata es de creencias, más que de apoyo familiar real”.

Para alcanzar sus conclusiones, Abdou y sus colaboradores analizaron a un total de 4.633 mujeres blancas, negras e hispanas con una situación socioeconómica desventajada.

Los investigadores además calibraron, a través de un cuestionario, el grado de “familismo” de todas ellas, en concreto, sus creencias sobre los roles y las responsabilidades familiares (en general, el concepto de familismo hace referencia a la predisposición a darle más importancia a las necesidades del grupo familiar que a las necesidades individuales).

El nivel de familismo de las participantes fue determinado por las respuestas que estas dieron a declaraciones como "las madres solteras lo pueden hacer igual de bien que los padres casados" o " para los niños es mejor que los padres estén casados."

De este modo, estableció que por cada aumento de un punto en el familismo de las madres, hubo un incremento de 71 gramos de peso en los bebés al nacer, independientemente de otros factores como el sexo de los niños o el hecho de que la madre estuviera o no casada.

Para contextualizar estos resultados, la USC informa de que el peso medio de los niños al nacer es en Estados Unidos de alrededor de 3.400 gramos. Se considera que un peso bajo al nacer sería de menos de 2.500 gramos. Estudios previos han relacionado un peso bajo en neonatos con problemas de salud posteriores.

Por otra parte, un mayor familismo en las madres también sirvió como predictor de una tasa menor de asma en los niños, hasta tres años después de su nacimiento.

Aunque cabría esperar que los niños con madres que informaron de un fuerte apoyo familiar fueran más saludables, el caso es que el familismo surtió efecto incluso en circunstancias adversas, en las que las madres no contaban con un apoyo de este tipo.
Abdou señala a este respecto que "las creencias culturales y los ideales pueden ser distintos a la realidad que se vive. El familismo hace referencia a las creencias e ideales sobre la familia, por tanto puede considerarse un recurso cultural”.

“Y este recurso parece tener un impacto favorable tanto para la salud reproductiva de las madres como para ciertos marcadores críticos sobre la salud física de la descendencia”. Es decir, que el grado de familismo ayuda a “la transmisión de la salud de una generación a otra”, afirma la investigadora.

Fuente: Tendencias 21