Niños que expresan tristeza, que rechazan los brazos o están decaídos pese a que se los esté consolando pueden padecer depresión. Muchos chicos pueden llegar a golpearse desesperadamente o tener reacciones negativas con la persona que se ocupa de ellos. Los especialistas señalan la importancia de la consulta médica para impedir una disminución de las defensas del organismo y un retraso en el desarrollo.


 


La depresión en esos niños está casi siempre conectada con el cambio o pérdida de la persona responsable del cuidado o cuando quien les cuida no es capaz de responder a las necesidades.


 


El niño o la niña víctima de algún grado de depresión manifiesta este estado con el rechazo a los brazos y muestra angustia más allá de la normal por la separación de la madre. Otra señal se muestra cuando el niño no siente deseos de llamar la atención, ya que a esta edad lo normal es que el menor desee llamar la atención.


 


Este proceso de depresión en los niños y las niñas de hasta 3 años, puede producir cierto retraso en el desarrollo, enfermedades de tipo infecto-contagioso debido a una disminución de las defensas biológicas que permanecen más allá de todo cuidado y alteraciones en la alimentación que mantienen al bebé en un estado de decaimiento.


 


En estos casos, los padres no deben ignorar los síntomas; pueden dar más atención de lo normal al hijo, jugar con él y, por supuesto consultar al profesional que atiende al niño; nada mejor que mimarlos y a la vez averiguar sobre la rutina; estar pendiente sobre el tipo de comida que más le gusta, si duerme toda la noche, si necesita de nuevas actividades y rutinas. Los especialistas sugieren buscar tratamiento médico en el caso de que del niño empiece a aislarse o comportarse mal.


 


Fuente: Infancia Hoy