La ecografía es ampliamente utilizada en la evaluación prenatal de la paciente embarazada además de otras aplicaciones como es en la ginecología, en clínica médica, el examen de órganos superficiales (mama, tiroides, testículos, músculos, tendones, etc) y también la evaluación de vasos sanguíneos (tanto arteriales como venosos).

Permite evaluar el crecimiento fetal, estudiar su anatomía y pesquisar posibles alteraciones de la misma (malformaciones). En sus inicios existía solamente la ecografía bidimensional que realiza el examen fetal en cortes consecutivos en dos planos.

Con esta metodología se evalúa la biometría fetal (se comparan las medidas de la cabeza fetal, el abdomen y los huesos largos con tablas que relacionan estas mediciones con la edad gestacional a partir de la fecha de última menstruación (FUM) y se estudia con minuciosidad la anatomía del feto así como la cantidad de líquido amniótico, la posición de la placenta y el cordón umbilical (nexo entre la madre y el feto).

Esto permite saber que el crecimiento del feto está acorde a las semanas de embarazo y en caso de ciertos hallazgos presumir que estamos ante alguna anomalía del mismo que generalmente se trata de un desarrollo en menos respecto a los valores promedios (se lo conoce como RCIU que significa restricción del crecimiento intrauterino)

El advenimiento de la ecografía tridimensional (3D) y la de cuatridimensional (4D) permite un estudio de un volumen de información que permite ratificar o rectificar los hallazgos de la ecografía convencional bidimensional (2D).

El aporte de la 4D es el agregado del tiempo a la 3D lo que permite observar los movimientos del componente de la gestación. En caso de hallar alguna patología la 4D permite mostrar a los padres de forma más comprensible de que se trata la anomalía y prepararlos de mejor manera para el momento del nacimiento

Dr. Carlos Norberto Sdrigotti - Mat. Nº: 5415
Especialista en Ginecología y en Ecografía General, Doppler e Intervencionismo
Sanatorio Norte. Rosario